tengo una gótica
han empezado las clases en secundaria; primer día de efervescencia adolescente, balones en el patio a 200 kilómetros por hora y pequeños grupos huyendo de incógnito hacia las esquinas y los baños para inaugurar el curso con unas caladitas; en una de mis clases de 3º de la ESO, mientras repasaba con el rostro ceñudo ante un auditorio respetuosamente silencioso el programa de matemáticas para el curso entrante, eché un vistazo de reojo a la niña que, en primera fila, hacía dibujitos en su libreta; me acerqué discretamente y la miré con calma, toda vestida de negro, el rostro ligeramente pálido -contrastando con el bronceado cuasi-caribeño de casi todos sus compañeros- un aro en el labio, el pelo negro lacio cayéndole a ambos lados de la cara y una expresión de aburrimiento infinito: un dibujo de un hombre ahorcado, una calabaza de halloween y dibujitos en plan edward gorey y tim burton... ¡una gótica en mi clase! estuve a punto de declarar su mesa parque natural y a ella especie protegida: el ecosistema de normalidad en el que va a tener que desenvolverse me parece que no es el más adecuado para su supervivencia escolar, aunque quien sabe...
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