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scrooge
lo único que me gusta de la navidad, como me acaba de recordar el espíritu de las navidades presentes, es que ha dado pie a uno de los grandes cuentos modernos: a christmas carol (la palabra carol, significa literalmente "canción alegre", aunque supongo que queda mejor la traducción habitual cuento de navidad que la más larga canción alegre de navidad); he leído el cuento original hace miles de años, cuando aún pensaba que el 6 de enero era de veras un día especial, he leído versiones en cómic, he visto varias películas (casi todas espantosas), telefilmes, películas de dibujos animados, la versión disney con su alineación de gala (un insuperable tío gilito haciendo de ebenezer scrooge), y siempre, siempre, me he quedado hasta el final, tal es la capacidad de seducción del texto original; su autor, dickens, ha tenido suerte con otras adaptaciones cinematográficas de su extraordinaria obra: recuerdo ahora, echando mano de la memoria y de google, la maravillosa versión de 1948 oliver twist a cargo de david lean, o, del mismo director (la echaron hace varios meses en el programa de garci) la preciosísima grandes esperanzas del año 1946; en esta página, aparecen todas las adaptaciones cinematográficas de la obra de dickens; graciosamente hablan de él como "guionista" de ellas, lo cual sería un auténtico milagro de haber sido realidad;

pero me he ido por las ramas, yo quería hablar de mi personaje navideño favorito: ebenezer scrooge, el avaro, explotador, insensible y despiadado protagonista del cuento, por el que siempre he sentido la simpatía que los malos de las películas despiertan en uno; y ese interés por el personaje nace de su periplo en la obra: el recuerdo de su infancia, de su juventud y de como, a través de los años va perdiendo todas las virtudes que estas épocas de nuestra vida potencian con generosidad, van cambiando su percepción del presente de forma irreversible; el momento más intenso del cuento, esa parte en la que la narración cae de lleno en la novela romántica de fantasmas, en la que el miedo a lo sobrenatural se cruza magistralmente con el terror a un futuro de sombras y soledad, es, de todo el cuento mi parte favorita: ebenezer tiene el privilegio de contemplar cual será su final y el de las personas que conoce si persiste en su forma de ser, lo cual equivale a tener la posibilidad de alterar ese futuro; y es la plasmación de este privilegio imposible lo que seduce con tanto vigor: poder salirse de la vía a la que uno lleva subido toda su vida, darse el placer de hacer descarrilar el tren de nuestra existencia y entregarse a una curiosa forma de libertad... el final del cuento, con toda esa alegría y felicidad que en otras historias suena falsa, impostada, colocada con calzador, es el cierre perfecto de la historia: el amargado e inhumano ebenezer, gracias a la intervención sobrenatural de su difunto socio marley (terrorífico el momento en el que su cara se le aparece en el llamador de su puerta) ha pasado el trago de examinar su inicialmente prometedora vida y el posterior marchitamiento de ésta, asomándose al abismo de lo que sería en el futuro; su suerte es que ya despierto de su aislamiento del mundo, decide renunciar a ser lo que es para tener una segunda oportunidad; y con él, todos querríamos tener también esa posibilidad; ays;



(aquí se puede encontrar una galería con las escenas principales del cuento ordenadas cronológicamente; mis scrooges favoritos son: el alastair sim de scrooge (1951) el michael caine de The Muppet Christmas Carol (1992) y también el mr. magoo de mister magoo's christmas carol (1962))

pues eso, scroogeianas navidades a todos

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