CREO QUE HOY ME CONTENTARÍA
CON QUE ME PEGARAN UN TIRO SI TAN
SOLO HUBIERA SIDO FELIZ
UNA VEZ EN LA VIDA...
La melancolía no está relacionada con nada. La melancolía tiene un estilo o una manera de expresión, pero no un motivo. La melancolía es una forma de pensar, una forma de pensar sobre la forma de pensar, y requiere la consumición del sufridor y, por consiguiente, necesita a perpetuidad capas y estratos y pieles en las que envolverse y tras las que ocultarse. La melancolía trata de evitar ser descubierta. La melancolía no es una preocupación ante la muerte, ni negarse a entrar en las tiendas o a relacionarse con el resto de los seres humanos, ni es una falta de interés por las cosas mundanas, aunque todo ello pudiera considerarse como una característica de la melancolía. Es más bien una forma de pensar de carácter especial, una tensión, una espiral, un embudo, una perforación, una incisión, un movimiento de hélice; la dirección de este tipo de reflexión es siempre descendiente y penetrante, como cuando un dentista comienza a escarbar la cavidad de un diente.
[...]
Hawthorne nos deja con la idea swiftiniana de que aún el más mínimo conocimiento de uno mismo es peor que nada y que la aproximación a la felicidad radica en una relación ignorante y ocupada con una sociedad de hipócritas inconscientes.
(rick moody, el velo negro)
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