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de la serie "refranes idiotas para tiempos idiotas"
Desaparecer es fácil.
Permanecer no. No. No.
acción y decisión
En la novela "el lector", Bernharnd Schlink pone en boca del narrador la siguiente reflexión.

A lo largo de mi vida, he hecho muchas veces cosas que era incapaz de decidirme a hacer y he dejado de hacer otras que había decidido firmemente. Hay algo mí, sea lo que sea, que actúa; algo que se pone en camino para ir a ver a una mujer a la que no quiero volver a ver más, que le hace a un superior un comentario que me puede costar la cabeza, que sigue fumando aunque yo he resuelto dejar de fumar, y deja de fumar cuando ya me he resignado a ser fumador para el resto de mis días. No quiero decir que el pensamiento y la decisión no influyan para nada en la acción. Pero la acción no se limita a llevar a cabo lo que he pensado y decidido previamente. Surge de una fuente propia, y es tan independiente como lo es mi pensamiento y lo son mis decisiones.

[Yo añadiría: ese algo que nos mueve a actuar, además, igual que nace en nosotros en algún momento puede enfermar, debilitarse o incluso llegar a morir.]

Me ha costado tiempo llegar a la conclusión de que pensar las cosas no basta. Hace falta una relación más intensa con el mundo que la simple contemplación distanciada para actuar en/sobre él. La idealización de la racionalidad conduce a un callejón sin salida en un trayecto que, encima, carece de interés, de épica, de dramatismo, o, siquiera, de un poco de misterio. Es como seguir una señal de tráfico de "carretera sin salida". Relacionarse con el mundo requiere un adiestramiento del que, me temo, carezco de forma casi total. Envidio a todos aquellos que, simplemente, actúan, sin tomas de decisión racionales, sin análisis previos de ningún tipo, empujados por esa relación de inclusión en la realidad que los convierte en parte del juego con naturalidad. Y no es una forma de inconsciencia lo que añoro, sino un modo de reventar los diques de contención que separan mi pensamiento de la realidad. Diques de contención levantados con tanto ahínco y energía que no sé por donde empezar a derribar. Envidio a todos aquellos capaces de materializar sus ideas o, al menos, de trasladarlas al terreno de juego de los hombres para pelearse por ellas. Envidio a los que se atreven a tirarse al vacío, sabiendo que llevarse una hostia siempre será mejor que permanecer preguntándose perpetuamente "que hubiera pasado sí...". Envidio a casi todos. Supongo.
bono maravillas
Hay políticos que no merecen tal nombre (bueno, diría un cínico, si tenemos en cuenta lo que es la política de partidos hoy día, sí que lo merecen). El actual presidente del parlamento español es un ejemplo de esa indignidad que recorre la vida política de arriba abajo y que contribuye de manera decisiva a que las personas no políticas la política termine pareciéndoles una historia de cretinos protagonizada por ladronzuelos de poca monta e ignorantes satisfechos de su condición. Que un político que se dice de izquierdas promueva el reconocimiento público de una monja, que se queje delante de sus rivales del rechazo que concita tal cosa en su partido y que, en tono "jocoso" les llame hijos de puta, es algo que entra de lleno en esa categoría tan extendida de política de república bananera. ¿Qué habría pasado si hubiera dicho en el mismo tono "jocoso", "esa monja hija de puta"? Al menos no sentiríamos la vergüenza ajena que nos ha producido toda esta historieta. Claro que, un tipo así, ¿puede producir alguna otra clase de sentimiento?
manos de topo
El pasado miércoles fui a ver a manos de topo dentro del ciclo de conciertos sonorama que organiza la universidad de Vigo junto a Sinsalaudio. El concierto me resultó algo plano, quizás el auditorio de la Universidad no fuera el lugar adecuado: las canciones me sonaron todas muy parecidas (cosa que no me pasaba antes de verlos en directo) y, en general, eché de menos momentos de locura como éste:




(En breve telonean a Wedding Present en Santiago, quizás vuelva a intentarlo)
crecimiento negativo
fuego amigo
capitalismo ético
justicia infinita
libertad duradera
progreso indefinido
libre mercado
...

problema matemático: ¿cuántas expresiones carentes de sentido se pueden construir empleando todas las palabras del lenguaje tomadas de dos en dos?
más fragmentos para una teoría sobre algo que no sabría como llamar
Leo en uno de los Archipiélagos que me compré la semana pasada -el nº 72 (2006), Nueva derecha: ideas y medios para la contrarrevolución- un artículo bastante divertido sobre Gabriel Albiac, nihilista primario de orientación ultra-izquierdista y ahora mismo teórico de faes y palmero de Aznar, Fedeguico&Co.

Tras dejar claro que la gran obsesión de Albiac es el marxismo al que entiende como fuente de todos los males posibles de la historia del siglo XX y cuya culminación lógica es el estalinismo y los gulags soviéticos, el autor cita con inteligencia un fragmento de la invectiva que Deleuze dirigió en 1977 a los nuevos filósofos franceses los cuales, tras la resaca de mayo del 68 se dedicaban a disparar contra todo lo que oliera ligeramente a subversión desde una especie de postura nihilista-burguesa desencantada de cualquier veleidad emancipadora.

Como principio general, uno tiene tanta más razón cuantas más veces se ha equivocado a lo largo de su vida, puesto que siempre puede decir "he pasado por eso". De ahí que los estalinistas sean los únicos que pueden dar lecciones de antiestalinismo. [...] Lo que me da asco es sencillo: los nuevos filósofos [se refiere a Bernard Henry Ley y André Glucskmann] hacen una martirología, el Gulag y las víctimas de la historia. Viven de cadáveres. [...] Pero nunca habría habido víctimas si éstas hubieran pensado como ellos, o hablado como ellos. [...] Quienes ponen en peligro su vida suelen pensar en términos de vida, y no de muerte, amargura y vanidad mórbida. Antes bien, los resistentes son gentes llenas de vida. Nunca se ha metido a nadie en la cárcel por su impotencia y su pesimismo. Más bien todo lo contrario.

La última frase contiene una radiografía brutal de nuestro tiempo. Todos los impotentes y pesimistas que "llenamos" el espacio político -a base de nuestra ausencia, claro- nunca iremos a cárcel alguna por nuestras ideas. Porque, básicamente, no las tenemos. Y si las tuviéramos ¿sabríamos qué hacer con ellas? Somos las piezas perfectas para que el sistema siga funcionando con soltura, crisis incluídas. Inofensivos. Inodoros. Invisibles. Indolentes. Insignificantes. Inocuos. Viva.
coincidencias
El viernes paso la tarde en Santiago d.C. Callejeando por la zona nueva tropiezo con una librería de segunda mano que está saldando por próximo cierre. El cartel de fuera dice: "10 libros, 8 euros". Entro, claro. En el interior hay dos personas revisando estanterías y un hombre al lado de la caja registradora de edad indefinida que parece una mezcla de Eduardo Punset y un director de orquesta recién despedido. Miro con calma los estantes en busca de alguna joya, pero -pienso para mí- macho, no me extraña que te haya ido mal, a quién pensabas venderles todos estos descartes de bibliotecas familiares suscritas al círculo de lectores. Me aburro con rapidez de ver ediciones cutrillas de clásicos-de-siempre y libros de cocina para solteros y obras integrales de Antonio Gala y gente por el estilo (afines a mí). Casi a punto de marcharme, mi mirada se detiene en una ordenadísima fila de revistas que reconozco instantáneamente. Ostia -pienso para mí- la colección completa de "Archipiélago". Me acerco y hago cuentas, los ochenta números entre diez cada ocho saldrían por ochenta euros en vez de los casi seiscientos reales. Me tiembla la parte inferior de la mandíbula cuando me acerco a Punset recién despedido de la filarmónica de Viena. ¿Las revistas están dentro de la oferta? Sonríe con esa sonrisa de esperaba-esa-pregunta-buitre. No. Siete euros con cincuenta cada Archipiélago. Quince los números dobles. Encajo la mandíbula y selecciono tres, uno doble y dos normales. Cuando voy a pagar entablamos conversación sobre el panorama de las revistas culturales. Punset es pesimista y apunta a que sin subvenciones ninguna sobrevivirá. Yo le digo, venga hombre, tiene que haber una masa crítica suficiente. Con que el 0,1% de los casi cincuenta millones que somos compre alguna la supervivencia está asegurada. Me mira en contrapicado cuanto estoy a punto de irme. Dice, Archipiélago es bimensual y el último número que han mandado es de marzo, ésto no tiene buena pinta. Me marcho con mis tesoros mientras pienso, va, hombre, qué dices. Fuera, como no, llueve y hace frío. En la autopista de vuelta nos echamos unas risas en el coche. Olvido rápidamente a Punset, hasta que en un comentario de la entrada anterior Santi me dice que Archipiélago, efectivamente, se ha ido a la mierda. Buf. Tendré que volver a Santiago. A darle la razón.
yes, we can
El número de noviembre de Le Monde Diplomatique abre en su página tres con un gran artículo de Amador Fernández-Savater (sí, el hijo del ganador del planeta 2008) titulado "la nueva derecha española" (a la que denomina "el Contragolpe"). Después de diseccionar con inteligencia y preocupación la mímesis hispana del movimiento neocon americano y de trazar con exactitud sus coordenadas básicas, el autor termina lanzando algunas reflexiones altamente inquietantes/sugerentes:

1) "La nueva derecha es también una reacción horizontal y desde abajo que, en lugar de abrir preguntas críticas sobre la sociedad en la que vivimos, captura la rabia en el tablero de ajedrez de la política-espectáculo".

2) "La revuelta de la política populista ocupa el vacío de lo político y el vacío de las calles. Tanto en Estados Unidos como en España. Hace tiempo que la izquierda oficial decidió que habían llegado los tiempos post-políticos de la mera administración de los efectos de la economía global. Se volvió retórica, cínica, autista, hipócrita, elitista, pija o simplemente gestora".

3) "[...] así, no es de extrañar que las frustraciones cotidianas sintonicen mejor con la onda agresiva de la nueva derecha que con el talante soporífero de la izquierda retórica. Si la política es espectáculo que al menos tenga algo de acción!"

4) "La nueva derecha instrumentaliza malestares reales que no se politizan autónomamente, que no encuentran espacios colectivos para hacerlo, que no elaboran una voz propia. Explota la victimización y a su vez revictimiza. Anger is an energy (la ira es una energía)".

5) "[una de las tareas del Contragolpe] consistirá en reconvertir la desesperación y el miedo [consecuencia de la crisis actual] en guerra contra los chivos expiatorios externos e internos (anomalías geoestratégicas, inmigrantes, disidentes), distraer la atención mientras se reconstruye la hegemonía neoliberal, en definitiva: despolitizar".

y 6) "¿Podrá la gente declinar la crisis en otra dirección, inventar los lenguajes, las estéticas, los tiempos y los modos colectivos de organización capaces de politizarla autónomamente? En suma, ¿se podrá reinventar la conflictividad social más allá de la forma clásica de la lucha de clases?"

Voy a ponerme optimista: yes, we can!
obama, claro
Ganó Obama. Lo más lúcido que he leído sobre el tema está en un comentario del blog de Juanjo:

Es interesante comparar el programa que ha llevado a Obama la victoria con el que llevó a McGovern a la derrota en el 72 frente a Nixon. Uno tiene la sensación de que Obama se encuentra a la derecha de Nixon. Ahí está el auténtico triunfo del neoconservadurismo americano.

(Reflexión de Gregorio Luri en el blog el café de Ocata)



 

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