los intermedios o algunas reflexiones veraniegas derivadas de la lectura detallada del horóscopoA veces parece que en la vida de uno no pasa nada, o, al menos, que no ocurren demasiadas cosas. Durante un tiempo viví un poco obsesionado con la idea de estar perdiendo el tiempo en el peor sentido de la palabra. Sin embargo he empezado a comprender que las cosas son siempre menos simples de lo que parecen inicialmente. Los periodos de intermedio -o de cierto aburrimiento, si se prefiere- tienen características de tiempo de estructuración. En silencio y de manera inconsciente hay algo construyéndose a nuestras espaldas -más bien delante de nuestras narices-, hay procesos que van cristalizándose lentamente, hay creencias, opiniones, gustos, desencantos, incertidumbres que se van consolidando discretamente, lejos de toda posibilidad de actuación consciente sobre ellos. En los periodos de aburrimiento acumulamos fuerzas de pequeño alcance y decepciones microscópicas. Nos acostumbramos a nosotros mismos sin apenas darnos cuenta. Perdemos la vida pero ganamos otras cosas que, llegado el momento, serán vitales en nuestras decisiones, en el rumbo que tomemos de la mano de las decisiones incorrectas y las supuestas corazonadas del momento. Cuando pensamos que hemos actuado por impulsos o instintivamente, en realidad sólo estamos culminando una infinidad de procesos insignificantes cuyo desarrollo ha tenido lugar en segundo plano. "Me voy a tirar por la ventana", "voy a cambiar de vida", "me marcho a Honduras", "me voy a hacer budista", no serán pues decisiones del momento, sino cada una de ellas la culminación de algo que está ahí, oscuro, callado, expectante aguardando el momento del zarpazo. Aguardemos acontecimientos, algo tendremos preparado para cuando llegue el momento.
LIBRA
Representado por la balanza, Libra tiene un funcionamiento semejante: siempre sopesando pros y contras, a la búsqueda de equilibrio y justicia.
Como signo de Aire que es, necesita el estímulo intelectual, el razonamiento y la conversación.
Tu gusto por la estética y la ética te lleva, muchas veces, a buscar una perfección que no encuentra. De ahí arranca la indecisión o el diletantismo propios de algunos nativos de tu signo. Y es que, como la balanza, sabes que sin el otro, uno no es nada; tienes tan en cuenta las opiniones de los demás que a veces te quedas sin expresar la tuya propia, al menos de manera directa, porque no te gustan para nada los ambientes toscos ni las tensiones. Eres amante de la paz y la concordia. Sin embargo, tienes una habilidad especial para nadar y guardar la ropa. Es decir, muchas veces, pides opiniones o las escuchas, porque necesitas contrastar, pero, luego, obrarás como quieras, que para eso eress libre como el viento.
En tu afición por lo bueno, puedes llegar al sibaritismo. Pero en el fondo anhelas una elevación moral y espiritual de la sociedad en la que vives. Sociable por naturaleza, e incluso galante, tiendes a los buenos modales y puedes llegar a tener una inteligencia refinada. También sueles destacar en tus aportaciones al pacifismo o a la convivencia entre los pueblos. En realidad, tu signo tiene una sensibilidad artística y estética que puedes llegar a canalizar profesionalmente.
Hay dos caracteres Libra bien diferenciados: mientras uno es serio y reservado, la mayoría de los nativos del signo son simpáticos y sociables.
El romanticismo de Libra es bastante perfeccionista, porque no sólo anhelas las adecuadas proporciones estéticas, sino también las morales, fundamentalmente las intelectuales y espirituales de la otra persona. Si en estos aspectos no hay acoplamiento, tu relación se irá marchitando y no tardarás en desplegar tus aires de seducción sobre otras personas y objetivos.
Si Libra posee una carta astral con un conjunto armónico, podremos ver las siguientes virtudes: armonía, amabilidad, sociabilidad, justicia, delicadeza, consideración por los demás y elevación moral y espiritual.
Sin embargo, cuando el conjunto de la carta astral es inarmónico, se pueden encontrar algunos de estos defectos: exceso de locuacidad, influenciable, ambición de reconocimiento social y tendencia a envolver a los demás en su particular tela de araña.