necesitamos un partido de extrema derecha yaHa estado afortunado Zapatero el otro día al hablar de "
una nueva extrema derecha", aunque, para mi gusto se ha quedado corto en su denuncia de los nuevos revisionistas que ven en la dictadura franquista y en la guerra civil una especie de corresponsabilidad entre derechas e izquierdas cuando no una suerte de culpabilidad republicana que hizo necesarios los tres años de guerra y los cuarenta de dictadura.
En realidad, lo que necesitamos es que la tropa de los Acebes, Zaplanas, Astarloas, Martínez Pujaltes y compañía cojan las maletas y abandonen el Partido Popular en el que -me consta por conocimiento directo- milita mucha gente normal que va desde los liberales hasta los católicos conservadores de distinto tipo altamente preocupados por los delirios de esta tropa de energúmenos con vocación mesianica.
La izquierda española va desde el centro-reformista que viene siendo el PSOE hasta partidos de corte republicano, marxistas revolucionarios, herederos del partido comunista, izquierdas nacionalistas de todo tipo, ecologistas de varias clases y seguro que varias decenas más de organizaciones de difícil clasificación. La derecha, en cambio, se agrupa toda ella bajo una única sigla: el PP. Neoliberales, neocons, liberales a secas, monárquicos, nostálgicos del franquismo, guerrilleros de Cristo Rey, opusinos, católicos en todas sus variantes, antiabortistas defensores de la familia tradicional, centristas añorantes de la extinta UCD, descendientes de los fundadores de la AP, falangistas pragmáticos, fascistas ansiosos de la acción directa, skinheads aburridos, admiradores de Aznar, admiradores de Le Pen, admiradores de Berlusconi, admiradores de Bush y algunos miles de corrientes más que ahora no recuerdo.
Estaría bien que algunos de ellos rompieran con el PP y mostrasen a las claras su verdadero rostro. Propongo una sigla para su futuro partido: PEDO (Partido de Extrema Derecha Oficial). Y que expliciten su programa político: retrasar el reloj de la historia hasta Noviembre de 1975 y continuar con lo previsto por el dictadorzuelo-de-la-voz-de-flauta. Al menos, podríamos distinguir sin problemas a la derecha civilizada de los cavernícolas fascistoides. Pero que sea ya. Para que la lógica electoral expulse del panorama mediático a los pregoneros del apocalipsis diario. Que ya aburren con sus chorradas sobre la ruptura de la sacrosanta unidad de la patria y sus teorías de la conspiración-mochilera.