el juego de las semejanzas
leyendo el libro de entrevistas y artículos del filósofo alemán Jürgen Habermas reunidos bajo el título
ensayos políticos (año de ed. original 1985, año de ed. española 1998), encuentro una entrevista que le hace el periodista H.U. Reck en abril de 1983, justo un mes después de que la CDU (el partido conservador mayoritario) haya ganado las elecciones legislativas, en la que Habermas da su opinión sobre el giro que está dando la política alemana (pongo aquí un extracto con lo que considero más relevante):
Las antiguas recetas, con las que cada vez juega más nuestro gobierno requieren, en lo esencial, cuatro ingredientes:
- en primer lugar, una política económica orientada a la oferta que, en las condiciones actuales, también ha de resignarse a la existencia de un paro muy numeroso a largo plazo. Ello podría conducir a una nueva segmentación de la sociedad en ins y outs en la que los ins se componen de minorías sociales privilegiadas que constituyen una mayoría frente a los expulsados del proceso productivo.[...]
- el segundo ingrediente es el constituido por un tradicionalismo que en la política cultural, educativa y familiar descansa sobre las virtudes secundarias, los pasados gloriosos, el common sense, la conciencia histórica ininterrumpida y la religiosidad convencional, esto es, en la naturalidad: nada de reflexión y sólidos valores [las negrillas son mías]. Por el contrario, la modernidad cultural se considera subversiva.[...]
- el tercer elemento es, por así decirlo, el contrario de la consigna de Willy Brandt "osar más democracia", esto es, no una restricción directa de la democracia sino los intentos de liberar al aparato del Estado de las tensiones legitimatorias más pesadas, los intentos de limitar el ámbito de los asuntos públicos, con el fin de obviar los problemas de la conciencia política de la población, de eliminar las cuestiones sociopolíticas con las que pueden unirse, de modo utópico o negativo, las perspectivas de futuro. En este contexto es preciso considerar la reciente limitación del derecho de manifestación.
- en cuarto lugar, [...] la estimulación de la conciencia de un peligro exterior creciente. Por supuesto que las políticas de defensa contra los enemigos exteriores e interiores han de estar interrelacionadas. Ambas se dramatizan al mismo tiempo [...] Desde hace meses, preocupados publicistas entre nosostros están tratando de asimilar las formas de resistencia pacífica con el hecho jurídico del uso de la violencia.
(ed. DE BOLSILLO, 400 pags., 6´95 euros)