el turista de sí mismo
Ha comenzado la época húmeda de nuevo. Por las mañanas todo tiene el brillo de las cosas ligeramente mojadas. Y sobre el patio del colegio descansa una finísima mancha de agua bajo los pies de los niños que apuran los minutos de fútbol antes de entrar a clase. El tiempo transcurre con la lentitud habitual de los comienzos de curso. Como una maquinaria de dimensiones colosales a la que le cuesta echar a andar, la escuela es un gigante adormilado formado por cientos de criaturas menores que se van desperezando al ritmo de los días. A veces llueve con furia. Y entre los grises del cielo se cuelan las luces de finales de septiembre como queriendo anunciar la llegada de una época de felicidad diminuta. Es Otoño. Me gusta. Eso quería decir.
26 de set. de 2006
21 de set. de 2006
20 de set. de 2006
necesitamos un partido de extrema derecha ya
Ha estado afortunado Zapatero el otro día al hablar de "una nueva extrema derecha", aunque, para mi gusto se ha quedado corto en su denuncia de los nuevos revisionistas que ven en la dictadura franquista y en la guerra civil una especie de corresponsabilidad entre derechas e izquierdas cuando no una suerte de culpabilidad republicana que hizo necesarios los tres años de guerra y los cuarenta de dictadura.
En realidad, lo que necesitamos es que la tropa de los Acebes, Zaplanas, Astarloas, Martínez Pujaltes y compañía cojan las maletas y abandonen el Partido Popular en el que -me consta por conocimiento directo- milita mucha gente normal que va desde los liberales hasta los católicos conservadores de distinto tipo altamente preocupados por los delirios de esta tropa de energúmenos con vocación mesianica.
La izquierda española va desde el centro-reformista que viene siendo el PSOE hasta partidos de corte republicano, marxistas revolucionarios, herederos del partido comunista, izquierdas nacionalistas de todo tipo, ecologistas de varias clases y seguro que varias decenas más de organizaciones de difícil clasificación. La derecha, en cambio, se agrupa toda ella bajo una única sigla: el PP. Neoliberales, neocons, liberales a secas, monárquicos, nostálgicos del franquismo, guerrilleros de Cristo Rey, opusinos, católicos en todas sus variantes, antiabortistas defensores de la familia tradicional, centristas añorantes de la extinta UCD, descendientes de los fundadores de la AP, falangistas pragmáticos, fascistas ansiosos de la acción directa, skinheads aburridos, admiradores de Aznar, admiradores de Le Pen, admiradores de Berlusconi, admiradores de Bush y algunos miles de corrientes más que ahora no recuerdo.
Estaría bien que algunos de ellos rompieran con el PP y mostrasen a las claras su verdadero rostro. Propongo una sigla para su futuro partido: PEDO (Partido de Extrema Derecha Oficial). Y que expliciten su programa político: retrasar el reloj de la historia hasta Noviembre de 1975 y continuar con lo previsto por el dictadorzuelo-de-la-voz-de-flauta. Al menos, podríamos distinguir sin problemas a la derecha civilizada de los cavernícolas fascistoides. Pero que sea ya. Para que la lógica electoral expulse del panorama mediático a los pregoneros del apocalipsis diario. Que ya aburren con sus chorradas sobre la ruptura de la sacrosanta unidad de la patria y sus teorías de la conspiración-mochilera.
Ha estado afortunado Zapatero el otro día al hablar de "una nueva extrema derecha", aunque, para mi gusto se ha quedado corto en su denuncia de los nuevos revisionistas que ven en la dictadura franquista y en la guerra civil una especie de corresponsabilidad entre derechas e izquierdas cuando no una suerte de culpabilidad republicana que hizo necesarios los tres años de guerra y los cuarenta de dictadura.
En realidad, lo que necesitamos es que la tropa de los Acebes, Zaplanas, Astarloas, Martínez Pujaltes y compañía cojan las maletas y abandonen el Partido Popular en el que -me consta por conocimiento directo- milita mucha gente normal que va desde los liberales hasta los católicos conservadores de distinto tipo altamente preocupados por los delirios de esta tropa de energúmenos con vocación mesianica.
La izquierda española va desde el centro-reformista que viene siendo el PSOE hasta partidos de corte republicano, marxistas revolucionarios, herederos del partido comunista, izquierdas nacionalistas de todo tipo, ecologistas de varias clases y seguro que varias decenas más de organizaciones de difícil clasificación. La derecha, en cambio, se agrupa toda ella bajo una única sigla: el PP. Neoliberales, neocons, liberales a secas, monárquicos, nostálgicos del franquismo, guerrilleros de Cristo Rey, opusinos, católicos en todas sus variantes, antiabortistas defensores de la familia tradicional, centristas añorantes de la extinta UCD, descendientes de los fundadores de la AP, falangistas pragmáticos, fascistas ansiosos de la acción directa, skinheads aburridos, admiradores de Aznar, admiradores de Le Pen, admiradores de Berlusconi, admiradores de Bush y algunos miles de corrientes más que ahora no recuerdo.
Estaría bien que algunos de ellos rompieran con el PP y mostrasen a las claras su verdadero rostro. Propongo una sigla para su futuro partido: PEDO (Partido de Extrema Derecha Oficial). Y que expliciten su programa político: retrasar el reloj de la historia hasta Noviembre de 1975 y continuar con lo previsto por el dictadorzuelo-de-la-voz-de-flauta. Al menos, podríamos distinguir sin problemas a la derecha civilizada de los cavernícolas fascistoides. Pero que sea ya. Para que la lógica electoral expulse del panorama mediático a los pregoneros del apocalipsis diario. Que ya aburren con sus chorradas sobre la ruptura de la sacrosanta unidad de la patria y sus teorías de la conspiración-mochilera.
19 de set. de 2006
la vida en directo
Hoy he tenido el primer padre del curso. A su hijo, que ya repitió hace dos años le toca volver a repetir. No sabría muy bien que decir del chaval y su absorbente deseo de perpetuar la infancia y de hacer como que el futuro no va con él y que sólo va a vivir ahora. El padre, con un punto de desesperación me pedía algo a lo que agarrarse, más con la mirada y las manos crispadas con cierta violencia contenida que con las palabras. La voluntad, el futuro a corto plazo, marcarse objetivos de diferente envergadura para recuperar una imagen positiva de uno mismo, dejar de dejarse llevar, poner los pies en el suelo e introducir algo de racionalidad en el desarrollo de la propia vida, cambiarse a uno mismo. Introducir pequeñas mejoras en el yo a pesar del yo mismo, intentar autoconvencerse de que es posible evolucionar dentro de ciertos límites. Hacer -un poco muy poco- de caso a los adultos que tanto te repelen. Dejar de odiarte por no poder ser otra cosa que lo que eres. Subir a por aire. Mierda.
Hoy he tenido el primer padre del curso. A su hijo, que ya repitió hace dos años le toca volver a repetir. No sabría muy bien que decir del chaval y su absorbente deseo de perpetuar la infancia y de hacer como que el futuro no va con él y que sólo va a vivir ahora. El padre, con un punto de desesperación me pedía algo a lo que agarrarse, más con la mirada y las manos crispadas con cierta violencia contenida que con las palabras. La voluntad, el futuro a corto plazo, marcarse objetivos de diferente envergadura para recuperar una imagen positiva de uno mismo, dejar de dejarse llevar, poner los pies en el suelo e introducir algo de racionalidad en el desarrollo de la propia vida, cambiarse a uno mismo. Introducir pequeñas mejoras en el yo a pesar del yo mismo, intentar autoconvencerse de que es posible evolucionar dentro de ciertos límites. Hacer -un poco muy poco- de caso a los adultos que tanto te repelen. Dejar de odiarte por no poder ser otra cosa que lo que eres. Subir a por aire. Mierda.
17 de set. de 2006
de ladrillos y ratas
Vía menéame accedo a esta reseña de un artículo del periódico británico the economist dedicado a la fiebre constructora que -supongo- tendrá en mente convertir todo el territorio español en una gigalópolis rodeada de autopistas de veinte carriles que la circunvalarán para poder ir de Francia a Portugal evitando los atascos del centro.
Al leer la noticia -en la que se nos recuerda que en España en 2005 se han construído 715.000 viviendas nuevas, frente a las 225.000 británicas, donde hay unos 20 millones de habitantes más- me he acordado de una conversación de este fin de semana en la que se me hablaba de los planes de la constructora de Villar Mir -con su cara amable, Emilio Butragueño, al frente- para construir 6000 viviendas en la zona de Noia (provincia de A Coruña) en los próximos cinco años.
El modelo está claro: Marbella, Seseña, seguir los pasos de ilustres mafiosos -Jesús Gil-, o de pícaros carne de las revistas del corazón que actualmente "descansan" en asépticas prisiones andaluzas. A la vista de los hachazos brutales que se prometen sobre el paisaje gallego en los próximos tiempos, queda la pregunta en el aire ¿qué hay que hacer para evitar la marbellización de nuestras costas y el ascenso de constructores metidos a políticos -como el alcalde de Sanxenxo, cabeza de la constructora Construcuatro, actual candidato del PP a la alcaldía de Pontevedra para el 2007-?
Vía menéame accedo a esta reseña de un artículo del periódico británico the economist dedicado a la fiebre constructora que -supongo- tendrá en mente convertir todo el territorio español en una gigalópolis rodeada de autopistas de veinte carriles que la circunvalarán para poder ir de Francia a Portugal evitando los atascos del centro.
Al leer la noticia -en la que se nos recuerda que en España en 2005 se han construído 715.000 viviendas nuevas, frente a las 225.000 británicas, donde hay unos 20 millones de habitantes más- me he acordado de una conversación de este fin de semana en la que se me hablaba de los planes de la constructora de Villar Mir -con su cara amable, Emilio Butragueño, al frente- para construir 6000 viviendas en la zona de Noia (provincia de A Coruña) en los próximos cinco años.
El modelo está claro: Marbella, Seseña, seguir los pasos de ilustres mafiosos -Jesús Gil-, o de pícaros carne de las revistas del corazón que actualmente "descansan" en asépticas prisiones andaluzas. A la vista de los hachazos brutales que se prometen sobre el paisaje gallego en los próximos tiempos, queda la pregunta en el aire ¿qué hay que hacer para evitar la marbellización de nuestras costas y el ascenso de constructores metidos a políticos -como el alcalde de Sanxenxo, cabeza de la constructora Construcuatro, actual candidato del PP a la alcaldía de Pontevedra para el 2007-?
16 de set. de 2006
vetiver
Si es el final, ha sido un buen final. Y, echando la vista atrás, una década de privilegiada historia musical en nuestra raquítica y provinciana ciudad. Un milagro casi. Gracias por estos años.
Y Vetiver bien, haciendo lo suyo, medios tiempos intimistas, aterciopelados, a veces recordando al Neil Young más sosegado, otras acercándose al sonido Ashmont Records -Pernice Brothers, Chappaquidick Skyline, Scud Mountain Boys, etc-, tímidas cabalgadas eléctricas, precisión metronómica para cálidas canciones de pérdidas y soledades de todo tipo. Sabores clásicos con cierto regusto bluegrass, y, algo a lo lejos, vislumbrando las raíces del rock americano. Andy Cabic accesible, discreto, dirigiéndose lo justo al público. Un buen concierto si el rasero son los demás conciertos del Vade. Un concierto inmenso si la medida la marcan el resto de actuaciones que vienen a nuestra ciudad.
Si es el final, ha sido un buen final. Y, echando la vista atrás, una década de privilegiada historia musical en nuestra raquítica y provinciana ciudad. Un milagro casi. Gracias por estos años.
Y Vetiver bien, haciendo lo suyo, medios tiempos intimistas, aterciopelados, a veces recordando al Neil Young más sosegado, otras acercándose al sonido Ashmont Records -Pernice Brothers, Chappaquidick Skyline, Scud Mountain Boys, etc-, tímidas cabalgadas eléctricas, precisión metronómica para cálidas canciones de pérdidas y soledades de todo tipo. Sabores clásicos con cierto regusto bluegrass, y, algo a lo lejos, vislumbrando las raíces del rock americano. Andy Cabic accesible, discreto, dirigiéndose lo justo al público. Un buen concierto si el rasero son los demás conciertos del Vade. Un concierto inmenso si la medida la marcan el resto de actuaciones que vienen a nuestra ciudad.
cyborgs
Ayer, cenando tras la inauguración de c en Ad Hoc, y haciendo tiempo antes del concierto de vetiver en el Vade, tuvimos una típica discusión en la que aparentemente todo el mundo cree firmemente en su postura, mientras de fondo se adivina la intención de entregarse al juego de un poco hablar por hablar y otro poco intentar superar al adversario a base de esgrima dialéctica. Fue divertido. Mis oponentes defendían la tesis de que la llegada de los americanos a la luna fue cuando menos dudosa, y de que todo el rollo de la carrera espacial era una inmensa manipulación mediática muy propia de la guerra fría. Situado en el bando contrario, defendía la posición de la NASA en la historia ésta y trataba de desmentir los rumores típicos, que si nunca llegaron, que si la escena famosa presenta incoherencias físicas, que si Stanley Kubrick rodó la escena aprovechando los sobrantes de 2001, una odisea en el espacio, etc. Evidentemente nadie convenció al otro. Tablas. Sin embargo, tras sacar el tema de la marine norteamericana a la que le han colocado un brazo biónico tras perderlo en un accidente de moto -yo había entendido otra cosa-, observé que en este caso, se creaba un silencio respetuoso y admirativo hacia los avances científicos. Me dio rabia no poder enseñar esta foto:
(Al hilo de la conversación pensé en la tesis de Max Weber de hace ya un siglo: el proceso de racionalización experimentado a partir de la Ilustración ha producido un desencantamiento radical del mundo; la aplicación del método científico a todos los ámbitos de la actividad humana ha dado lugar una época horriblemente inhumana, como si todo el programa racionalista albergara en su seno una irracionalidad monstruosa.)
Hablando de cyborgs y de clones y de robots y de cosas por el estilo llegamos a una conclusión: casi todas las fantasías de los escritores de ciencia ficción del siglo XX se han hecho realidad o están a punto de hacerlo (en realidad pensábamos en Ray Bradbury Philip K. Dick). Y el mundo en el que tienen lugar es el nuestro. Entre trozo de tortilla masticado y sorbo de cerveza bebido, hubo un momento en el que experimentamos -creo- una especie de escalofrío colectivo. Luego, Andy Cabic y los suyos -vetiver- nos devolvieron temporalmente cierta fe en el nuestro tiempo.
Ayer, cenando tras la inauguración de c en Ad Hoc, y haciendo tiempo antes del concierto de vetiver en el Vade, tuvimos una típica discusión en la que aparentemente todo el mundo cree firmemente en su postura, mientras de fondo se adivina la intención de entregarse al juego de un poco hablar por hablar y otro poco intentar superar al adversario a base de esgrima dialéctica. Fue divertido. Mis oponentes defendían la tesis de que la llegada de los americanos a la luna fue cuando menos dudosa, y de que todo el rollo de la carrera espacial era una inmensa manipulación mediática muy propia de la guerra fría. Situado en el bando contrario, defendía la posición de la NASA en la historia ésta y trataba de desmentir los rumores típicos, que si nunca llegaron, que si la escena famosa presenta incoherencias físicas, que si Stanley Kubrick rodó la escena aprovechando los sobrantes de 2001, una odisea en el espacio, etc. Evidentemente nadie convenció al otro. Tablas. Sin embargo, tras sacar el tema de la marine norteamericana a la que le han colocado un brazo biónico tras perderlo en un accidente de moto -yo había entendido otra cosa-, observé que en este caso, se creaba un silencio respetuoso y admirativo hacia los avances científicos. Me dio rabia no poder enseñar esta foto:
(Al hilo de la conversación pensé en la tesis de Max Weber de hace ya un siglo: el proceso de racionalización experimentado a partir de la Ilustración ha producido un desencantamiento radical del mundo; la aplicación del método científico a todos los ámbitos de la actividad humana ha dado lugar una época horriblemente inhumana, como si todo el programa racionalista albergara en su seno una irracionalidad monstruosa.)
Hablando de cyborgs y de clones y de robots y de cosas por el estilo llegamos a una conclusión: casi todas las fantasías de los escritores de ciencia ficción del siglo XX se han hecho realidad o están a punto de hacerlo (en realidad pensábamos en Ray Bradbury Philip K. Dick). Y el mundo en el que tienen lugar es el nuestro. Entre trozo de tortilla masticado y sorbo de cerveza bebido, hubo un momento en el que experimentamos -creo- una especie de escalofrío colectivo. Luego, Andy Cabic y los suyos -vetiver- nos devolvieron temporalmente cierta fe en el nuestro tiempo.
15 de set. de 2006
vueltas
De pronto vuelven a empezar el colegio y las lluvias. Un mecanismo de precisión que aporta cierta sensación de orden al transcurrir de las cosas. En el patio de mi colegio, a la espera de que empecemos los de secundaria, los niños de primaria parecen reyes de un mundo recién creado. Los adultos, confundidos con el paisaje -edificios blancos, cielos grises-, tenemos el sentimiento colectivo de pertencer a un algo indefinido en el que se entremezcla la nostalgia con el deseo de mejorar el presente en el que estamos instalados. Comienza el curso una vez más. Es una buena noticia. Significa que volvemos al núcleo duro de lo real. A las batallas insignificantes que tanto nos desgastan. A la euforia de algunos días y al cansancio de los finales de trimestre. A las mañanas de soledad en aulas llenas de adolescentes. A los lentos amaneceres de Noviembre, con el cielo teñido de varias gamas de rojos y la Avenida del Aeropuerto salpicada de autobuses escolares.
Vamos allá.
De pronto vuelven a empezar el colegio y las lluvias. Un mecanismo de precisión que aporta cierta sensación de orden al transcurrir de las cosas. En el patio de mi colegio, a la espera de que empecemos los de secundaria, los niños de primaria parecen reyes de un mundo recién creado. Los adultos, confundidos con el paisaje -edificios blancos, cielos grises-, tenemos el sentimiento colectivo de pertencer a un algo indefinido en el que se entremezcla la nostalgia con el deseo de mejorar el presente en el que estamos instalados. Comienza el curso una vez más. Es una buena noticia. Significa que volvemos al núcleo duro de lo real. A las batallas insignificantes que tanto nos desgastan. A la euforia de algunos días y al cansancio de los finales de trimestre. A las mañanas de soledad en aulas llenas de adolescentes. A los lentos amaneceres de Noviembre, con el cielo teñido de varias gamas de rojos y la Avenida del Aeropuerto salpicada de autobuses escolares.
Vamos allá.
9 de set. de 2006
slavoj zizek, lacrimae rerum
Este libro es una auténtica caja de sorpresas. Cine, psicoanálisis, filosofía, crítica marxista, cultura popular, millones de citas a toda clase de sociólogos, pensadores contemporáneos, antropólogos y otras especies, retos intelectuales cada dos páginas, desafíos continuados a nuestra capacidad de cuestionarnos la realidad. Hitchcock, Kieslowski, Tarkovski, Lynch, y -especialmente- Matrix. Sacar petróleo de los cuatro primeros está al alcance de cierto número de personas. Pero lo que saca Zizek de Matrix es absolutamente increíble (de bueno).
Pongo aquí uno de los miles de párrafos sobre los que podría estar discutiendo durante horas. Zizek. Zizek. Zizek.
Este libro es una auténtica caja de sorpresas. Cine, psicoanálisis, filosofía, crítica marxista, cultura popular, millones de citas a toda clase de sociólogos, pensadores contemporáneos, antropólogos y otras especies, retos intelectuales cada dos páginas, desafíos continuados a nuestra capacidad de cuestionarnos la realidad. Hitchcock, Kieslowski, Tarkovski, Lynch, y -especialmente- Matrix. Sacar petróleo de los cuatro primeros está al alcance de cierto número de personas. Pero lo que saca Zizek de Matrix es absolutamente increíble (de bueno).
Pongo aquí uno de los miles de párrafos sobre los que podría estar discutiendo durante horas. Zizek. Zizek. Zizek.
Tal como sabe cualquier persona razonable y educada, la verdadera grandeza y el legado histórico del cine italiano, su contribución histórica a la cultura europea y global del siglo XX no consiste en el neorrealismo ni en ninguna otra rareza apta sólo para intelectuales degenerados, sino en tres géneros únicos: los spaghetti-westerns, las comedias eróticas de los años setenta, y (el más grande de todos) los espectáculos históricos peplum (Hércules contra Maciste, etc). [Tras explicar el argumento de Conviene hacer bien el amor, una comedia erótica en la cual un doctor descubre que la energía desprendida en el acto sexual sirve para
solucionar los problemas energéticos de la humanidad, siempre que no se haga por amor, con lo cual se crea un cuerpo de funcionarios encargados de velar grandes salas colectivas donde las parejas deben hacer el amor sin amor dos veces a la semana:] No puede menos que saltar a la vista del parecido con Matrix. La verdad de ambas películas es que, en el tardocapitalismo actual, la política es cada vez más una política de la jouissance [el goce], centrada en los modos de solicitar, controlar y regular la jouissance (aborto, matrimonios gays, divorcios...)
futbolistas y modelos
Me hace muchísima gracia toda esta polémica sobre la selección española de fútbol -dirigida por un energúmeno al que, irónicamente, se le denomina "sabio"-, en especial tras el éxito de la selección de baloncesto en el mundial de Japón.
Me hace gracia porque hay como una exigencia de fondo con un mensaje que no se de donde ha salido: somos una potencia, tenemos que demostrárselo al mundo. Si hay tanto revuelo con los reiterados fracasos de la selección es que en lo más íntimo hay mucha gente convencida de que no se está a la altura de lo que realmente es "lo español". Y ésto me parte de la risa, en serio, me parece un chiste buenísimo. En un país que está a la cola de todos los indicadores europeos de civilidad, educación e idea de ciudadanía, en el cual la figura favorita es la del tipo que se hace millonario de la noche a la mañana robando, estafando o no haciendo nada simplemente, sin que lo pillen, resulta que se espera que en un deporte que exige dosis inmensas de talento individual y sacrificio colectivo -es decir, todo lo opuesto de lo que aquí se considera receta segura de éxito- seamos unas fieras. Es que me parto.
Luego está el concursito de las modelos: esa extraordinaria combinación de voyeurismo soft, sadismo de opereta -ay la Judit Mascó calcando los tics de Mercedes Milá mientras juega a ejercer de dominatrix de película clasificada S- y mensajes insoportables de libro de autoayuda de tercera división. ¿Es en serio lo de que ser modelo es un trabajo durísimo? ¿que por carácter no vale cualquiera? ¿que hay que ser superprofesional y supermadura para ejercerlo bien? Ay que me parto. La supermodelo total, la favorita de todos nosotros, Kate Moss, exhibe triunfante todas las posibilidades de vivir a lo grande derivadas de su "trabajo", por eso la adoramos (motivos más obvios aparte, claro). Y en este programa se nos quiere convencer de que no es así. Que es una profesión seria, esclava, hasta aburrida, que las modelos vienen siendo una especie de monjas de clausura entregadas al Dios del trabajo, que el grado de dedicación la hace insoportable para las más débiles. Seguro que sí.
Concursantes de dicho programa y selección de fútbol comparten una misma filosofía de vida: intentar convencernos de que lo suyo es muy muy chungo, y que, por favor, mostremos respeto y comprensión hacia su talento y su sacrificio.
Claro que sí. ¿Por qué se liarán los unos con las otras? Porque en el fondo se comprenden entre ellos como nosotros nunca podremos hacerlo. Pobres.
Me hace muchísima gracia toda esta polémica sobre la selección española de fútbol -dirigida por un energúmeno al que, irónicamente, se le denomina "sabio"-, en especial tras el éxito de la selección de baloncesto en el mundial de Japón.
Me hace gracia porque hay como una exigencia de fondo con un mensaje que no se de donde ha salido: somos una potencia, tenemos que demostrárselo al mundo. Si hay tanto revuelo con los reiterados fracasos de la selección es que en lo más íntimo hay mucha gente convencida de que no se está a la altura de lo que realmente es "lo español". Y ésto me parte de la risa, en serio, me parece un chiste buenísimo. En un país que está a la cola de todos los indicadores europeos de civilidad, educación e idea de ciudadanía, en el cual la figura favorita es la del tipo que se hace millonario de la noche a la mañana robando, estafando o no haciendo nada simplemente, sin que lo pillen, resulta que se espera que en un deporte que exige dosis inmensas de talento individual y sacrificio colectivo -es decir, todo lo opuesto de lo que aquí se considera receta segura de éxito- seamos unas fieras. Es que me parto.
Luego está el concursito de las modelos: esa extraordinaria combinación de voyeurismo soft, sadismo de opereta -ay la Judit Mascó calcando los tics de Mercedes Milá mientras juega a ejercer de dominatrix de película clasificada S- y mensajes insoportables de libro de autoayuda de tercera división. ¿Es en serio lo de que ser modelo es un trabajo durísimo? ¿que por carácter no vale cualquiera? ¿que hay que ser superprofesional y supermadura para ejercerlo bien? Ay que me parto. La supermodelo total, la favorita de todos nosotros, Kate Moss, exhibe triunfante todas las posibilidades de vivir a lo grande derivadas de su "trabajo", por eso la adoramos (motivos más obvios aparte, claro). Y en este programa se nos quiere convencer de que no es así. Que es una profesión seria, esclava, hasta aburrida, que las modelos vienen siendo una especie de monjas de clausura entregadas al Dios del trabajo, que el grado de dedicación la hace insoportable para las más débiles. Seguro que sí.
Concursantes de dicho programa y selección de fútbol comparten una misma filosofía de vida: intentar convencernos de que lo suyo es muy muy chungo, y que, por favor, mostremos respeto y comprensión hacia su talento y su sacrificio.
Claro que sí. ¿Por qué se liarán los unos con las otras? Porque en el fondo se comprenden entre ellos como nosotros nunca podremos hacerlo. Pobres.
7 de set. de 2006
una frivolidad (algo) malvada
Navegando a la deriva por internet, encuentro la típica página chorras que me parece divertidísima durante diez minutos, perez hilton, y en ella este curioso gif animado sobre el célebre bebé de dos célebres -y pésimos- actores norteamericanos:
Navegando a la deriva por internet, encuentro la típica página chorras que me parece divertidísima durante diez minutos, perez hilton, y en ella este curioso gif animado sobre el célebre bebé de dos célebres -y pésimos- actores norteamericanos:
eduardo lourenço, lucidez y sentido
Leo en el país la entrevista al premio Extremadura de este año (ni sabía de la existencia de semejante galardón, pero sólo por descubrirnos -a los ignorantes- a este ensayista y poeta ya debe merecer la pena):
En estos tiempos plagados de discursos acerca de choques de civilizaciones, reclamaciones etnicistas, proclamas acerca de la eternidad innegable de las naciones y demás discursos esencialistas sobre el supuesto "ser" de los pueblos, me reconforta escuchar a alguien que sea capaz de articular el discurso de todos los que pensamos nuestra identidad nacional en términos de no-identidad. No-identidad, qué bien suena.
La entrevista completa aquí
Leo en el país la entrevista al premio Extremadura de este año (ni sabía de la existencia de semejante galardón, pero sólo por descubrirnos -a los ignorantes- a este ensayista y poeta ya debe merecer la pena):
Yo soy muy europeo, como todos nosotros. Todos los somos más de lo que sabemos. Pero sólo cuando nos encontremos enfrente o en medio de una cultura que no es europea. Esa no identidad, esa identidad virtual hecha sólo de negaciones, es un privilegio extraordinario, una promesa de futuro. Significa que otros pueblos podrían compartir nuestra no identidad. Todos aquellos que no crean en la afirmación egoísta de uno mismo, que es el virus de la historia.
En estos tiempos plagados de discursos acerca de choques de civilizaciones, reclamaciones etnicistas, proclamas acerca de la eternidad innegable de las naciones y demás discursos esencialistas sobre el supuesto "ser" de los pueblos, me reconforta escuchar a alguien que sea capaz de articular el discurso de todos los que pensamos nuestra identidad nacional en términos de no-identidad. No-identidad, qué bien suena.
La entrevista completa aquí
5 de set. de 2006
flaming lips feat. cat power feat. black sabbath (war pigs)
(via la petite)
Iturriaga, la vida puede ser maravillosa!!!
(via la petite)
Iturriaga, la vida puede ser maravillosa!!!
4 de set. de 2006
cambios sustanciales en la estructura de lo real
Pues estaba con los exámenes de Septiembre en el colegio y aparecieron algunos ex alumnos y ex alumnas a animar-visitar a sus compañeros que se examinaban y una de mis exalumnas se acercó a saludarme en el patio y después de intercambiar las educadas frases de rigor me dijo toda seria:
- Willy, pero ¿tú te has fijado? ¡qué fuerrrte!
- ¿Eh? ¿fijarme en qué?
- ¡Las pijas!
- ¿Eh?
- ¡Que las pijas ahora visten "casual"! -y me señala a un grupo de niñas de 3º de ESO discretamente.- Esas, antes del verano no iban así!!!
- Fuuu, fuerrrrtísimo, tía.
El mundo cambia radicalmente de un día para otro, y yo con estos pelos.
Pues estaba con los exámenes de Septiembre en el colegio y aparecieron algunos ex alumnos y ex alumnas a animar-visitar a sus compañeros que se examinaban y una de mis exalumnas se acercó a saludarme en el patio y después de intercambiar las educadas frases de rigor me dijo toda seria:
- Willy, pero ¿tú te has fijado? ¡qué fuerrrte!
- ¿Eh? ¿fijarme en qué?
- ¡Las pijas!
- ¿Eh?
- ¡Que las pijas ahora visten "casual"! -y me señala a un grupo de niñas de 3º de ESO discretamente.- Esas, antes del verano no iban así!!!
- Fuuu, fuerrrrtísimo, tía.
El mundo cambia radicalmente de un día para otro, y yo con estos pelos.
1 de set. de 2006
una de comics
1) matt groening, el amor es el infierno, el trabajo es el infierno
Hace unos años, Norma editorial publicó en España "vida en el infierno", una selección de las tiras de Matt Groening publicadas a lo largo de los años 80 y principios de los 90. En ellas aparecían cinco protagonistas, los tres conejos binky, sheba, bongo, y los gemelos/pareja akbar&jeff. El delirante resultado en el que toda forma de relación humana era puesta en cuestión con hiriente lucidez, nos dejó con ganas de leer más tiras de groening. En Astiberri alguien ha escuchado nuestras repetidas plegarias y se han traído estos dos comic books de formato cuadrado en el que se incluyen unas cuantas raciones más de los citados personajes. Lo que me he reído.
2) jessica abel, la perdida
La norteamericana Jessica Abel cuenta en unas 250 páginas la temporada mexicana que vive Carla, una norteamericana de clase media que viaja al D.F. para intentar reencontrarse con sus raíces mexicanas siguiendo la pista de su adorada Frida Kahlo y de escritores como William Burroughs o Jack Kerouac. En su afán por trascender la categoría de mera turista decide intentar integrarse desde abajo en la sociedad mexicana: se busca un trabajo, alquila una casa en una zona tirando a marginal y se dedicaorcerán con rapidez y enseguida se dará de golpes contra una realidad social mucho más desagradable de la que imaginaba. Aprovechados, proxenetas, traficantes de drogas, vividores del cuento y una buena representación de otros componentes de la diversa fauna de los pícaros tratarán de aprovecharse de la buena fe de la pobre Carla. Su exceso de ingenuidad la conducirá a un final que cae en casi todos los tópicos que los occidentales tenemos sobre la capital de México (¿un guiño a la imposibilidad de escaparse de cualquier tópico?). De lectura fácil, el cómic pasa con rapidez por las manos de uno, y, aunque no carece de momentos logrados, el tono general del conjunto es algo soso, un poco apagado y a ratos predecible. Aún así lo recomiendo, en parte porque la Abel en persona es un encanto y el tebeo es tan claramente autobiográfico que es fácil quedarse un poco perplejo ante la chocante inocencia de la protagonista.
3) frederik peeters, constellation
En 1957, en plena guerra fría un avión sobrevuela el Oceáno Atlántico volando de París a Nueva York. Tres de sus pasajeros forman un triángulo crítico construído a medias entre el azar y la política de bloques. La historia, narrada desde el punto de vista de cada uno de los protagonistas es un pequeño ejercicio de estilo, una especie de incursión juguetona del autor en el género "de espías". O bien, un tour de force en el que Peeters parece estar ensayando estrategias narrativas con la historia que cuenta, sembrando pistas de forma calculada y graduando la información con cuentagotas hasta que la historia, siguiendo una implacable lógica interna explota en un final que resulta ser trágico y extrañamente poético a partes iguales. Muy recomendable, en especial para los fans del autor de "pildoras azules".
1) matt groening, el amor es el infierno, el trabajo es el infierno
Hace unos años, Norma editorial publicó en España "vida en el infierno", una selección de las tiras de Matt Groening publicadas a lo largo de los años 80 y principios de los 90. En ellas aparecían cinco protagonistas, los tres conejos binky, sheba, bongo, y los gemelos/pareja akbar&jeff. El delirante resultado en el que toda forma de relación humana era puesta en cuestión con hiriente lucidez, nos dejó con ganas de leer más tiras de groening. En Astiberri alguien ha escuchado nuestras repetidas plegarias y se han traído estos dos comic books de formato cuadrado en el que se incluyen unas cuantas raciones más de los citados personajes. Lo que me he reído.
2) jessica abel, la perdida
La norteamericana Jessica Abel cuenta en unas 250 páginas la temporada mexicana que vive Carla, una norteamericana de clase media que viaja al D.F. para intentar reencontrarse con sus raíces mexicanas siguiendo la pista de su adorada Frida Kahlo y de escritores como William Burroughs o Jack Kerouac. En su afán por trascender la categoría de mera turista decide intentar integrarse desde abajo en la sociedad mexicana: se busca un trabajo, alquila una casa en una zona tirando a marginal y se dedicaorcerán con rapidez y enseguida se dará de golpes contra una realidad social mucho más desagradable de la que imaginaba. Aprovechados, proxenetas, traficantes de drogas, vividores del cuento y una buena representación de otros componentes de la diversa fauna de los pícaros tratarán de aprovecharse de la buena fe de la pobre Carla. Su exceso de ingenuidad la conducirá a un final que cae en casi todos los tópicos que los occidentales tenemos sobre la capital de México (¿un guiño a la imposibilidad de escaparse de cualquier tópico?). De lectura fácil, el cómic pasa con rapidez por las manos de uno, y, aunque no carece de momentos logrados, el tono general del conjunto es algo soso, un poco apagado y a ratos predecible. Aún así lo recomiendo, en parte porque la Abel en persona es un encanto y el tebeo es tan claramente autobiográfico que es fácil quedarse un poco perplejo ante la chocante inocencia de la protagonista.
3) frederik peeters, constellation
En 1957, en plena guerra fría un avión sobrevuela el Oceáno Atlántico volando de París a Nueva York. Tres de sus pasajeros forman un triángulo crítico construído a medias entre el azar y la política de bloques. La historia, narrada desde el punto de vista de cada uno de los protagonistas es un pequeño ejercicio de estilo, una especie de incursión juguetona del autor en el género "de espías". O bien, un tour de force en el que Peeters parece estar ensayando estrategias narrativas con la historia que cuenta, sembrando pistas de forma calculada y graduando la información con cuentagotas hasta que la historia, siguiendo una implacable lógica interna explota en un final que resulta ser trágico y extrañamente poético a partes iguales. Muy recomendable, en especial para los fans del autor de "pildoras azules".