la vida en directo
Hoy he tenido el primer padre del curso. A su hijo, que ya repitió hace dos años le toca volver a repetir. No sabría muy bien que decir del chaval y su absorbente deseo de perpetuar la infancia y de hacer como que el futuro no va con él y que sólo va a vivir ahora. El padre, con un punto de desesperación me pedía algo a lo que agarrarse, más con la mirada y las manos crispadas con cierta violencia contenida que con las palabras. La voluntad, el futuro a corto plazo, marcarse objetivos de diferente envergadura para recuperar una imagen positiva de uno mismo, dejar de dejarse llevar, poner los pies en el suelo e introducir algo de racionalidad en el desarrollo de la propia vida, cambiarse a uno mismo. Introducir pequeñas mejoras en el yo a pesar del yo mismo, intentar autoconvencerse de que es posible evolucionar dentro de ciertos límites. Hacer -un poco muy poco- de caso a los adultos que tanto te repelen. Dejar de odiarte por no poder ser otra cosa que lo que eres. Subir a por aire. Mierda.
Ningún comentario:
Publicar un comentario
Deixa o teu comentario