Los portavoces de una organización política ilegalizada amenazan a la policía si se le ocurre disolver una manifestación no autorizada. Lo sorprendente es que algo así todavía me llame la atención. Yo me pregunto qué pasaría si una organización que se llamase algo así como partido nazi vasco o partido nazi español, partidario de la lucha armada como elemento fundamental de su discurso político, e ilegalizado por su relación con una banda terrorista, amenazara de esa manera a un consejero de interior.
El grado de sobramiento de los iluminados nunca dejará de sorprenderme.
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