p.p.m., vuelta al cole
tras varias semanas de recuperación tras ser atropellada por un energúmeno en una convocatoria estudiantil contra la guerra, p.p.m. ha vuelto hoy a clase, más delgada, desprendiendo la sensación de estar sobrellevando una terrible fatiga, pero contenta por estar de nuevo con sus compañeros; al terminar mi clase, a última hora, un grupo de cuatro compañeras le regalaron un colgante con una paloma (ya antes entre todos le habían regalado otra cosa, ésto era más personal), con lo que la cosa dio para hacer algunos chistes; con el aula casi vacía, mirando el colgante, dijo sonriendo: "no a la guerra", se rió abiertamente y añadió: "la última vez que dije algo así, me atropellaron", y volvió a sonreír;
me quedé acojonado
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