fragmentos de una vida imposible
la noche del jueves fui al vade, a la fiesta de "10 años palamando pasta"; había canapés y mucha gente con ganas de fiesta; allí estaban l y m, con cara de cansancio, aunque entre los dos no superaban el tamaño ni el color violáceo de mis ojeras; después de un rato de charla con calma en el ruralita nos decidimos a entrar a ver a los fabulosos wighnommy brothers; a mi alrededor, un montón de gente en la órbita de los veintitantos -con aspecto de universitarios que pueden permitirse el lujo de quedarse el jueves de juerga hasta la hora que quieran- disfrutaba del concierto (¿sesión de dj´s a cuatro manos? ¿concierto de dj´s? no sé como llamarlo) sin preocupaciones, bailando abiertamente o sacudiendo acompasadamente la cabeza;
en un lado de la sala, una figura bostezante movía rítmicamente la cabeza y hasta el pie izquierdo cuando se emocionaba; entre cabeceo y cabeceo un pensamiento insistente: "a las ocho en pie"; mirando alrededor, a toda esa gente que simplemente se divertía y disfrutaba de la música sin más preocupaciones, la figura encorvada por el cansancio se preguntaba porqué hostia sólo tenemos la posibilidad de vivir una vida;
(a veces me gustaría creer que viviré varias, y que en alguna de ellas podría estar, un jueves por la noche, bebiendo y bailando a los wighnommy brothers hasta olvidarme de la hora, de quien soy, de qué estoy haciendo y de todas las preguntas idiotas que se enmarañan en mi cabeza justo cuando no deben hacerlo...)
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