fin de semana agotador
el viernes y el sábado por la noche presencié dos conciertos antológicos, de los que te hacen amar aún más aquellas cosas sin las cuales sabes que tu vida sería espantosamente peor;
migala
el viernes, teloneados por un grupo vigués-madrileño-santanderino llamado tacoma, en el teatro salesianos asistimos a una sesión de hipnosis colectiva;
no tengo mucho que decir sobre los teloneros; quizás ganarían mucho si su cantante no tratase de ser simpático sin conseguirlo entre canción y canción o si corriesen algunos riesgos mayores en sus intenciones musicales: comenzaron rondando los terrenos del indie-pop y acabaron estrellándose contra las barreras de la radio fórmula;
migala, para compensar los 34 minutos de planicie anterior resultaron ser algo así como presenciar una final de la champions league tras ver un partido de segunda b; dejando de lado todas las sutilezas sonoras que se encuentran en sus discos (no he oído el último, parece ser que es el decisivo en su orientación última), entregaron torrentes de intensidad eléctrica, y versiones musculadas de los temas principales de "arde" y "restos de un incendio"; las canciones de "la increíble aventura" -que deduje por eliminación- tenían un latido propio, una fuerza sorpendente que contrasta con la idea que muchos tenemos (¿teníamos?) de lo que es migala (post-rock intelectualizado, complejo y altamente elaborado); tras rehacer por completo canciones emblemáticas como "ciudad del oeste" conviritiéndolas en pequeñas apisonadoras sonoras y fascinar a un auditorio entregado con su magnífica puesta en escena (esa inquietante inmovilidad de los músicos, esos cortos que ilustraban las canciones apelando sobre todo a la ironía en sus miradas a las road movies, las pelis del oeste, las casas abandonadas o los combates de karatekas-freakies), consiguieron el éxtasis con la revisitación más cruda posible de su primer tema ("gurb song"), el spoken word en el que transformaron "a fistful..." y la irreconocible versión de "moonriver" con la secuencia de "breakfast at tiffany´s" en la que audrey hepburn interpreta la canción como fondo visual: inmensos!!!
experience
la noche del sábado, en el vade, experience repitieron su visita a vigo con las características que se han convertido ya en marca de la casa: furia hardcoriana, melodías entre la épica y la rabia, actitud desafiante, y una reivindicación sonora de la palabra resistencia en todas sus dimensiones; con el público pegado al escenario compartiendo una especie de intimidad sudorosa-furibunda, michael cloup fue repasando los temas de su último disco "hemisphere gauche", paladeando los chispazos de excitación que su presencia producía entre sus proximísimos fans; cuando, a mitad del concierto comenzaron a sonar los acordes de "aujord´hui maintenant" el vade casi se viene abajo, aunque en esta ocasion michael no llegó tan lejos como en la ocasión anterior en su interpretación: si de aquella transmitía la sensación de ser una bestia herida que parecía querer llevárselo todo por delante, en esta, midió mucho más sus fuerzas, como marcando cierta distancia respecto a sus composiciones, como si en vez de poner su torrente sanguíneo a 1000 ºC, sus propias composiciones hubieran rebajado su fiebre interna; sin embargo, lo mejor de todo llegaría al final, en los bises: sacaron su lado más tribal que resultó ser también el más lúdico, un curioso viraje que parece anunciar algo diferente en ellos: ya no se trata sólo del discurso de la resistencia frente a un mundo asquerosamente jodido, sino de disfrutar abiertamente de las cosas, de ¡bailar! gracias a la ira reconvertida en una especie de orgullo danzarín de la mano de "traquer la fievre massacrer l´ennui" y "pauvres petits occidentaux" (rafa, gracias por los títulos);
(¿la empresa de demolición "experience s.a." va a aprovechar la bola de derribo de veinte toneladas como bola de espejos para las discotecas?)
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