espabila, ostia
después de una serie de posts balanceándome entre lo lamentable y lo gilipollas recibo una colleja electrónica de la mano de rafa: la letra en castellano de la canción une vie (una vida) del grupo francés programme; estoy sin palabras:
une vie_programme
Una vida poniendo en duda ciertas cuestiones,
sea por falta de valor para enfrentarse a las respuestas
sea por la imposibilidad de encontrarlas.
Una vida volviendo a aquello que nos habíamos prometido
sufriendo por ser deshonestos.
Una vida donde el tiempo pasa y nosotros no cambiamos.
Una vida donde hemos elegido todo salvo a nosotros mismos.
Una vida para enmascarar lo que somos realmente
sólo para ganar tiempo.
Una vida para dejarse llevar porque la apariencia es más fuerte.
Una vida donde nos sentimos mejor a medida que menos nos vemos.
Una vida para darnos cuenta de que necesitamos el valor
para admitir que día a día nos hacemos más cobardes.
Una vida poniéndonos la máscara necesaria para
hacer esfuerzos,
decir sí a gente que sabemos se equivoca.
Una vida para hablar de lo que está mal y de lo que está bien
aunque nunca nos lo hayamos planteado.
Una vida para no encontrar nada importante.
Una vida para no complicarse por nada.
Una vida entre dos andenes entre los cuales la vía de en medio es un espejo roto.
Una vida de diez, veinte, treinta años de edad
donde no perdonamos más de lo que comprendemos.
Una vida donde el azar hace el resto.
Una vida buscando todo lo que nos dé la oportunidad de negar hasta el final.
Una vida para comprender que nuestra memoria
es esta vena gigante
hemos dado un paso más en el vientre.
Una vida donde perder no significa que ganen otros.
Una vida donde el mal no muere, sino que se desplaza.
Una vida donde una segunda piel reemplaza a la primera.
Una vida de la cual vaciamos todos sus objetos
y llenamos con imitaciones hechas de extrañas sustancias.
Una vida en la que hace frío como en un horno apagado
donde avanzamos cuchillo en mano.
Una vida donde mientras más reflexionamos más hubiéramos preferido un fusil.
Una vida escuchando tras puertas, creyendo que detrás se nos destruye.
Una vida para aprender a reconocerse cambiando de cara
o sólo para mentir, quizás.
Una vida en la que no nos uniremos más a nadie.
Una vida suplicando que nos perdone.
Una vida donde, si no pagamos una vez el precio
se nos reembolsará cada día con remordimientos.
Una vida que no es otra cosa que un gran ajuste de cuentas
donde sólo cuentan las maneras.
Una vida donde entre la nuestra y la de los demás casi siempre hay guerra.
Una vida con el padre, la madre y el hijo
y en el futuro del pasado y del presente.
Una vida donde la sangre se cuela entre el tiempo,
un océano.
Una vida donde, de tanto querer disparar sobre la masa, nos disparamos a nosotros mismos.
Una vida donde no tenemos nada que perder intentando que se pare.
Una vida de no hacer nada para que pare.
Una vida buscando ayuda para salir de su infierno tibio.
Una vida que quemar y mirarse las manos.
Una vida sin encontrar la calma.
Una vida en la cual no echaremos nada en falta al final del camino
porque, una vez apagado el incendio
lo único que queda es un montón de cenizas frías
de las que nadie podría adivinar el origen.
Una vida para nada.
(gracias)
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