O diario de Willy Sifones

hikikomori
leo en el número tres de la revista superfake (otra más de las denominadas "de tendencias" -AB, H.2, Suite: en esa línea-, aunque en este caso, a diferencia de las otras, no es todo fotos y moda, sino que trae algunos artículos que se leen con gusto), un reportaje del experto en trendie-bizarre jordi costa sobre la última patología de la conducta adolescente aparecida en japón: el hikikomori, que, literalmente significa "los que se quedan dentro, solos"; la "enfermedad", por llamarle algo, trae consigo que el que la padece no quiera salir de su habitación para nada, no quiera tener ningún contacto con nadie, permaneciendo meses o años encerrado voluntariamente, en circunstancias tales como tener siempre la luz apagada, estar indolentemente tirado en cama con la tele puesta sin sonido o jugando compulsivamente a algún videojuego... parece ser que hay más de un millón de casos diagnosticados y en todos ellos late la misma desesperación sorda: si el mundo exterior es una basura que le den por ahí, que yo no salgo de mi refugio; compara jordi costa la situación de japón con españa concluyendo que algo así es imposible por estos pagos: mientras en japón las relaciones personales están basadas en un escrupuloso respeto a las decisiones ajenas (además de, por supuesto, una asfixiante sumisión a las jerarquías ya existentes), lo que implica que los padres y psicólogos se queden delante de la puerta de la habitación esperando a que el hijo adolescente se decida a salir por su cuenta, en españa, en cuanto un padre o madre descubriera que su hijo lleva un par de días sin salir de su habitación tiraría la puerta abajo, le daría una somanta de hostias y le prendería fuego a la habitación...

el artículo menciona un reportaje de -como no- la bbc sobre el tema: "japan: the missing million"; recomiendo leer el texto de la página (tiene comments y todo), porque la historia del "kitchen boy" no tiene desperdicio; aparte de eso, escribiendo hikikomori en google salen 5130 referencias; una de ellas corresponde a un avispado productor de música trance que ha montado una serie de dibujos animados en flash sobre el tema con el merchandising correspondiente...

concluye jordi costa diciendo que por occidente nos ha tocado la anorexia y la bulimia, mientras que por oriente les ha caído encima ésto del hikikomori, pero que las tres son lo mismo: "[...] dolencias fashion que podrían interpretarse como una burlona coda al capitalismo feroz" y propone una lectura en clave de hartazgo social: "[..] el hikikomori puede ser, a fin de cuentas, una resistencia. Una actitud. Hagamos la revolución: encerrémonos todos en nuestras habitaciones. Cerremos la puerta. De una puta vez"