2007 arranca con el cuarto tomo recopilatorio de las tiras de charlie brown. Qué decir a estas alturas de las tiras de "el bueno de carlitos" que no haya dicho en ocasiones anteriores. Encima, en esta ocasión, al diseño e ilustraciones que realiza desde el primer número el autor norteamericano Seth, se une un prólogo-declaración de amor de Jonathan Franzen que hace que la cosa todavía se disfrute más. En este bloque de tiras, el papel de Snoopy comienza a ser importante; el perro que no quiere ser perro porque quiere ser cualquier otra cosa se revela como una especie de fuerza vital irresistible. De una manera que convierte en absurda e injusta su conversión ochentera en icono pijo. Pero en fin, el que quiera seguir pensando que Carlitos, Snoopy y compañía son una invitación a darle una paliza al que ha decorado su carpeta con ellos, allá él. Para los que gustan del humor que se ríe con algunas de las emociones más desapacibles y ásperas del carácter humano, aquí tienen una de sus cumbres.
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