30 de xuño de 2006

empieza la temporada (II)
Subo en el 9A la Avenida del Aeropuerto. Pienso en el bus como en una lata de sardinas epiléptica, como un supositorio con aire acondicionado, como un escaparate traqueteante que da al Val do Fragoso. Tras la línea del monte de la Madroa surge la figura de un cirrocúmulo iluminado por un extraño resplandor rojizo. En el aire hay un tenue hilo marrón que sobrevuela el valle, la presencia inconfundible de los primeros fuegos del verano. Hay algo desolador en esta circunstancia. El verano es la exaltación de la vida, y, simultáneamente, todos los años, el tiempo del aire con olor a quemado, de los resplandores extraños en el cielo, de las humaredas inesperadas y de la tristeza infinita de las capas de verde ennegrecidas sobre la piel del territorio. Empieza la temporada. Esperemos que no sea tan terrible como el año pasado.

Ningún comentario:

Publicar un comentario

Deixa o teu comentario