a propósito de californication, david duchovny y natascha mc elhone
Me he enganchado a una serie bastante tonta.
David "Mulder" Duchovny es un escritor neoyorquino de éxito. Casado con la mujer perfecta -Natascha McElhone, una especie de Uma Thurman versión algo pija- y con una hija que parece un trasunto de una de las protagonistas de Ghost World, Thora Birch, la morena (no hará falta recordar aquí quien era la rubia), que está inmersa en una preadolescencia algo weird de más para sus padres. El éxito de su novela los lleva a todos a L.A., ya que el libro va a ser convertido en película. El marido perfecto, de la mano de su agente literario entra en una divertida espiral de sexo, alcohol y drogas que conduce a su matrimonio a la bancarrota emocional y a su mujer a los brazos de un pijolas de mucho cuidado al cargo de una turbia hija adolescente que le dará más de un dolor de cabeza al desmadrado Duchovny. Este, sin embargo, pronto se arrepentirá de su nueva vida y tratará de recuperar a su ex-mujer como sea, alternando sus intentos con una considerable furia alcohólico-sexual que le servirá de consuelo tras sus sucesivos fracasos. Los diálogos son graciosos, las escenas de sexo bastante explícitas (aunque nunca se sobrepasa ese límite no escrito que dice "no mostrarás un pene erecto a no ser que estés haciendo una película porno") y algunos episodios, como en el que el protagonista le echa en cara a su padre el haber sido un pichabrava desfasado toda su vida, son extrañamente complejos y dueños de una considerable mala hostia que eleva mucho el tono medio de la serie. El sentido del humor alterna los gags enloquecidos con escenas mucho más elaboradas en las que la carcajada llega después de una retorcida secuencia de acontecimientos en los que aparentemente no pasa nada gracioso. Duchovny se sale en su papel de guaperillas desfasado al borde del acabamiento que aprovecha cualquier rincón para echar un polvo, Natasha McElhone es tan guapa que consigue que uno se pregunte si de verdad uno haría lo mismo que Duchovny en caso de estar en su piel, Evan Handler -el agente literario- es uno de esos secundarios que van comiéndose poco a poco la serie con su presencia y la hija preadolescente y la sociópata adolescente son dos personajes que prometen mucho de cara al futuro cercano.
Me he enganchado a una serie bastante tonta.
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