tierra quemada o no tanto
La distancia que nos separa del futuro cada vez es más corta. A veces me acuesto por la noche y me asaltan sensaciones horribles sobre el paso del tiempo y su tan obvio final. Pienso en el futuro como un hueco que se va llenando. La distancia que nos separa del pasado, por el contrario, aumenta casi cada día. Pienso en el pasado como una habitación en la que ya no parecen caber más cosas, y sin embargo no. Las cosas que hacemos nos poseen, se apropian de nosotros. Hay jirones nuestros en los lugares más insospechados. Los trozos de nosotros que se quedan por ahí son lo mejor que tenemos. Todo aquello que perdemos por el camino es lo que realmente nos constituye.
Es verano y el aire huele a alguna clase de cosa que parece estar viva.
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