23 de maio de 2008

michael chabon, jóvenes hombres lobo
Los primeros cuentos de Chabon, de mediados de los ochenta. Algunos son realmente deslumbrantes.





Aunque el sexo era algo que los dos percibían como peligroso, el matrimonio, por contraste, les había parecido seguro: una casa segura en un mundo de peligros. El refugio perfecto para dos almas temerosas y solitarias. Cuando estabas soltero, ésto era lo que te decía siempre todo el mundo que estaba casado. El mismo Daniel se lo había dicho a sus amigos que no estaban casados. Pero era mentira. El sexo estaba totalmente relacionado con la violencia, eso era cierto, y el matrimonio era al mismo tiempo un contenedor para la locura entre hombres y mujeres y una frágil barrera de contención contra la misma, igual que era la religión a la muerte y las leyes de la física a la inmensa cantidad de vacuidad absoluta de que estaba hecho el universo. Pero en el matrimonio no había seguridad de ninguna clase. Era una empresa incierta, un viaje en una nave sin probar, a través de un océano hostil,con un mapa que era una falsificación y sin más destino específico que la tumba.

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