final de curso, otra vez
Tengo un compañero que dice que terminar el curso es como ganar la liga todos los años. La -falsa- sensación de llegar a algún sitio más la perspectiva del verano como una autopista de los deseos por la que dejarse ir sobrepasando todos los límites de velocidad. Los malos momentos desaparecen en cuestión de segundos. Es fácil despedirse de los compañeros, uno sabe que en breve estará de nuevo con todos ellos. Otra promoción de adolescentes alejándose en el horizonte. Muchas caras de años anteriores son manchas borrosas. Me he aprendido tantos nombres en estos años que casi no soy capaz de olvidarlos. El patio desierto es una caja de resonancia de recuerdos y emociones. He vivido otro curso, me he dejado parte de mí en el camino. Esta profesión carecería de cualquier tipo de sentido si no fuese así.
Ningún comentario:
Publicar un comentario
Deixa o teu comentario