31 de dec. de 2006

fin de año
Se acaba 2006 y noto en mí sensaciones nuevas asociadas al tramo final del calendario. La más persistente, la de ser un poco peor lentamente, día a día. Un proceso infinitesimal que, sin embargo, tiene manifestaciones puntuales que me delatan. El paso del tiempo me sienta mal. Las máscaras que he ido fabricando y puliendo con tanta paciencia desde hace años se van descomponiendo con calma pero inexorablemente. En el magnífico libro de Robertson Davies "el quinto en discordia", su protagonista habla de ésto en otros términos. Algo así como que el paso del tiempo nos va devolviendo a la niñez progresivamente. Va sacando a flote aquellos rasgos de nuestra infancia que nos afanamos en disimular tan trabajosamente. Llega un momento en el que nuestras máscaras ya no cumplen ninguna función, está ya todo hecho. Viene a decir que para el futuro sólo nos queda una especie de jardín de infancia terminal.

Feliz 2007.



21 de dec. de 2006

post miseria
Vía menéname leo una entrevista increíble -realizada en la cárcel en la que se halla preso- al líder de la banda carcelaria de San Pablo, Brasil, denominada Primer Comando de la Capital (PCC). El análisis que hace de la realidad en la que vive es asombroso. Las respuestas que le da al anonadado periodista son de inquietantemente lúcidas y dibujan un panorama terrorífico para el Brasil del futuro (y quien dice Brasil dice cualquier lugar del planeta en el que convivan la miseria total con el lujo extremo).

No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. ¿Ustedes no escuchan las grabaciones hechas "con autorización" de la justicia? Es eso. Es otra lengua. Está delante de una especie de post miseria. Eso. La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes. Mis comandados son una mutación de la especie social. Son hongos de un gran error sucio.

20 de dec. de 2006

fragmentos para una teoria sobre el espíritu de la adolescencia: los amigos invisibles
Último día de clase. Dejo los veinte minutos finales a un grupo de 3º de la ESO para que celebren ese ritual entre surrealista y absurdo que llamamos "el amigo invisible". En realidad, poco tiene de invisible -todos saben quien les hace el regalo- y con frecuencia menos de "amigo". Algunos aprovechan la ocasión para reírse un poco del pobre al que les ha tocado regalar algo. Para mi sorpresa, los elementos de la clase se emocionan con los peluches que les regalan. Presentes demenciales extraídos del fondo de bazar de algún garito chino provocan aullidos de admiración. Una bola de discoteca en miniatura y un bingo de tercera dan lugar a una oleada de rugidos de entusiasmo. Bombones, colgantes imposibles, colonias que uno no utilizaría ni como desinfectante, balones y hasta hamsters completan un cuadro delirante y bizarro, en el que en realidad sólo se celebran dos cosas: somos adolescentes, estamos vivos. Bien por ellos.




(
como dicen los flaming lips:
[...]
Do You Realize - that everyone you know someday will die
And instead of saying all of your goodbyes - let them know
You realize that life goes fast
It's hard to make the good things last
You realize the sun doesn't go down
It's just an illusion caused by the world spinning round
)

19 de dec. de 2006

previously, at christmas
De pronto, las navidades aparecen al fondo de la semana como una amenaza multicolor que promete graves y absurdos dispendios económicos, interminables cenas y comidas de cuatro o cinco platos y multitud de situaciones estresantes y agobiantes sin mucha causa justificada. Todo ello, a estas alturas de mi vida, me da un poco igual. Lo que me preocupa es el espacio de tiempo que transcurre entre navidad y navidad. Cada año parece hacerse más breve, más pequeño, como una habitación que se achica, como un fragmento de una pesadilla que tuve durante muchos años en la cual me hallaba en un lugar que de pronto comenzaba a encogerse y a cerrarse sobre mí y terminaba devorándome mientras despertaba a todos los vecinos con un alarido sobrenatural. Me resulta increíble este encogimiento en la percepción del paso del tiempo. Me paraliza el ánimo y me agudiza esa sensación pegajosa de que no hay escapatoria de algo que no termino de identificar.



14 de dec. de 2006

youtubers
Vía un post de finales de octubre de furilo, descubro youtubers, un vídeo de Michael Bianchi de 10 minutos de duración hecho a partir de materiales de derribo sacados de youtube que merece la pena ser visto íntegramente. La banalidad de la exhibición pública de lo íntimo y la hondura de este acto cuando se convierte en algo colectivo, la sensación de soledad y abandono que parece alimentar el corazón de internet, la mirada extrañamente veraz de una cámara de vídeo casera ante la cual sus protagonistas fingen ser ellos mismos disfrazados de otras personas. Turbador.




En ciberescrituras, la historia completa y sus sorprendentes ramificaciones.
(P.D. ojo al minuto 2.18, ojo al minuto 6.53,...)

11 de dec. de 2006

fragmentos para una historia universal del horror: el siglo XX (I)
Soy un tipo considerablemente educado. Procuro ser respetuoso con los demás; no soy excesivamente cruel, hijoputa las veces justas, malhablado sólo cuando las cosas tienden a caerse sobre mí alevosamente. Algo pardillo y tontainas con demasiada frecuencia. Por eso, en esta ocasión, me he permitido esta licencia poética:


A JODERSE, CABRÓN DE MIERDA!!!




(es lo que tiene alguna gente: saca lo peor de tí mismo con facilidad)

9 de dec. de 2006

realismo mágico
Hoy anduve por las calles de la ciudad a media mañana y parecían los pasillos de un centro comercial tras un holocausto nuclear en algún manga tipo dragonhead. Sólo funcionaban los semáforos y la cafetería en la que habíamos quedado a eso de las once tres sufridos "trabajadores" envueltos en una historia que aún no sabemos cómo terminará. El caso. Mientras esperaba en soledad en el semáforo del Corte Inglés, ví un paraguas que se deslizaba Gran Vía arriba arrastrado por el viento, como si un hilo invisible tirase de él. Se movía con una suavidad impropia de las circunstacias: asfalto forrado de restos de la granizada anterior. Se movía con la elegancia inesperada de los objetos cuando una fuerza misteriosa los desplaza por el mundo adelante. Como un barco de vela sobre un mar de hielo. Era tan bonito que el semáforo se puso verde y me quedé un rato viendo como se alejaba hacia la Plaza de España. Nadie me pegó el típico bozinazo. Me quedé esperando a que mi coche flotara sobre el asfalto o a que se abriesen las nubes y una nave extraterrestre me pidiera permiso para llevarme a su planeta para hacer experimentos de cruce de especies conmigo. Nada de eso ocurrió, aunque el paraguas siguió su rumbo, ajeno al temporal y a los escasos coches que se paraban a su lado, atónitos.

8 de dec. de 2006

ecuación musical
beirut=goran bregovic+yann tiersen+magnetic fields+x
(aún no he sido capaz de despejar la incógnita; en cualquier caso, mi disco de coche de ahorísima mismo)



6 de dec. de 2006

días de puente
Mi idea de hacer puenting: toneladas de comics en la mesa del salón, series de televisión en el ordenador, tres libros que tengo pendientes, varios cds pendientes de veredicto, un millón de papelotes que aguardan ser ordenados, el caos casero contra el que uno debe luchar aún sabiendo que la batalla está perdida. Frío en el exterior. Lluvia. Pinceladas de un invierno que se adelanta en forma de resfriados, cansancio y bajada general del ánimo. Y mientras, en el exterior, alguien ha decidido desde hace un par de semanas asediarnos con la decoración navideña. Por unos días me quedaré con mis virus y mi fatiga anestesidado viendo idioteces en la televisión y tomando sopas de sobre en tazas de desayuno astilladas. Vivan los festivos absurdos.