12 de out. de 2006

y cómo pasa el tiempo
Ayer cumplí treinta y seis años. Sólo escribirlo me da cierto vértigo, como si un alien se hubiera apoderado de mi cuerpo. Desde que tengo memoria he sido incapaz de encontrar algo que celebrar en estas fechas. Los regalos, las fiestas, las felicitaciones, siempre lo he visto todo como una especie de música de charanga para intentar silenciar el alud de pensamientos que lo aguijonean a uno con intensidad en estas fechas.

Los años pasan como flechas y se clavan cada vez más hondo. He descubierto que la idea de la charanga es la menos mala para llevarlo lo menos malamente posible.

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