29 de dec. de 2005

tópicos climatológicos
Hoy por la tarde, una gruesa capa de niebla se ha depositado sobre la Avenida del Aeropuerto. Siempre que ocurre algo así, esta vía, escaparate de algunos de los crímenes urbanísticos más crueles de una ciudad ya de por sí bastante propensa a ellos, adquiere una extraña nueva dimensión. Su fealdad habitual es sustituida por una especie de fantasmagórica ausencia. A duras penas se ve algo más allá de las aceras y las farolas. Los muros se adivinan con dificultad. Las siluetas de las casas se difuminan, y más allá de la segunda línea de construcción, todo se confunde con el telón grisáceo. La pérdida de perspectiva se traduce en un descanso para los ojos. La carretera adquiere un insospechado dramatismo balsámico. Al llegar a casa, aspiro ese aire húmedo capaz de traer brevemente algunos instantes de belleza a esta avenida. Camuflado en medio de la masa nubosa soy consciente de que, pese a todo lo que disfruto de los tiempos soleados, no podría soportar una vida en la que no hubiera días como éstos, brumosos, melodramáticos, cargados artificialmente de misterio. Tópicos.




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