20 de out. de 2005

haro, carrillo, getafe
Ayer se murió Eduardo Haro Tecglen. No era mi escritor favorito de el país, pero su coherencia, lucidez y transparente desgarro vital lo convertían para mí en una especie de referente, tanto moral como político. En su blog, las tres últimas entradas corresponden a Concha Barral, su mujer. Casi dos mil comentarios en un par de días expresando la desolación de muchos lectores dan una idea de lo importante que era para un montón de gente.

Sin embargo, entre esta marea de mensajes de despedida al escritor se han colado algunas barbaridades y estupideces que producen una sensación desagradable, parecida a la que se le queda a uno tras sentir cerca el olor ácido del vómito. Algunos de estos mensajes celebran en clave neofascista la desaparación del escritor, argumentando para ello con insultos de todo tipo y poniendo por delante un polémico obituario que el propio Haro dedicó a la figura del periodista (y promotor inmobiliario) Antonio Herrero. No pasan de ser anécdotas, pensarán algunos. Sin embargo, tras leer la noticia de la batalla campal en el ayuntamiento de Getafe tras el pleno dedicado a debatir sobre el Estatuto catalán, los incidentes que han tenido lugar durante la investidura de Santiago Carrillo como doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense, la última trifulca que ha tenido lugar en la Asamblea de Madrid entre parlamentarios del PP, PSOE e IU, o las últimas declaraciones de Mariano Rajoy sobre Aznar y Zapatero, siento una inquietud que, creo, no es gratuita.
Esperemos que los políticos -en especial algunos- se serenen un poco.

(Si uno se pone a hojear las webs dedicadas a estos temas, entonces ya le entran ganas de coger las maletas y salir disparado. En una de ellas (no voy a decir cual), el cuatro de octubre pasado, se comentaba con alborozo una frase del "historiador" Pío Moa en la COPE, en el programa del "escritor" César Vidal, referida al tema del Estatuto catalán que venía diciendo algo así como "todavía estamos a punto de frenar esto de manera legal y democrática...antes de que lo frenemos con sangre".)

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