16 de xuño de 2005

carmen avendaño
El Martes pasado fui al cine con mis alumnos de 2º, 3º y 4º de ESO a ver Heroína, la película que recrea el nacimiento de la asociación de ayuda al toxicómano "Érguete" (en castellano: "levántate") y con ello parte de la vida de su impulsora, la viguesa Carmen Avendaño.
La película no es ninguna maravilla. Su director, Gerardo Herrero, es un esforzado artesano del cine incapaz de imprimir a casi nada de lo que hace el más mínimo aliento que produzca al menos algunas secuencias poderosas, turbadoras o fascinantes, de esas que se te quedan en la retina durante tiempo y te obligan a ver el mundo de una forma diferente a como lo hacías. La película se sostiene (y sólo a ratos) por el excelente trabajo de los actores (inmensos Adriana Ozores y el cada vez más sólido Carlos Blanco) y, para los que somos de aquí, por el retrato del Vigo degradado de los ochenta (que, todo hay que decirlo, en realidad es del hace un par de días). Curiosamente, la mayoría de los chavales salieron muy impresionados del cine, muchos (más bien, muchas) hasta lloraron con las vicisitudes de la protagonista.
En el cole, de vuelta, tuvimos una mesa redonda con la propia Carmen Avendaño, con un periodista, con un médico experto en drogodependencias y con uno de los actores secundarios de la película ("Tatán"). Me hicieron gracia los chavales que se esperaban a Adriana Ozores y en su lugar se encontraron a la protagonista verdadera de la historia.

Posteriormente comimos con ella en el Xé. Una personalidad intensa, forjada entre centros de atención a drogadictos (dos de ellos en su propia casa), acciones ante locales donde se distribuían drogas, manifestaciones delante de casas de narcos, de audiencias provinciales y nacionales, entrevistas con políticos y jueces, unos días en la cárcel por un incidente con la policía, amenazas de muerte, un intento de asesinato y una gravísima enfermedad de la que aún está convaleciente. Y, tras todo ello, una revelación que me enterneció hasta la médula: "ay, si los chavales supieran que en mis tiempos yo era tan delgada como Adriana Ozores y que no siempre estuve gorda como ahora..."




[Carmen Avendaño, Gerardo Herrero y Adriana Ozores. Foto extraída del diario el mundo]

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