desastres interiores
otro final de semana espantoso que me hace revisar algunos párrafos del libro "la hora de la salida" de cristophe dufossé (un certificado de defunción de la institución escolar en forma de novela existencialista), para buscar quizás no un consuelo sino un diagnóstico; encuentro éste, un ejemplo de la destructiva capacidad de análisis del autor:
El centro de secundaria no era un lugar que favoreciera las relaciones, pero había un colega en concreto con el que había tenido desde el principio una confusa relación amistosa. Jean-Paul Accetto era profesor de matemáticas en el centro desde hacía treinta años y, ahora que le faltaban cinco para jubilarse, tenía la particularidad de ser el único de los profesores veteranos que no se refería a los alumnos con expresiones peyorativas. Renegar de los chavales era uno de los síntomas de la mentalidad docente a medida que la edad y la rutina iban prevaleciendo sobre la puesta en entredicho de las cosas. Y, no obstante, aquellos hombres y mujeres habían alcanzado un dominio perfecto de la didáctica. Eran personas equilibradas, ponderadas, sensatas, a las que todo el mundo respetaba. Los rastros de impulsividad o de inestabilidad habían ido despareciendo poco a poco con el paso de los años. Pero los alummos seguían siendo un poblema: eran unos golfos que no respetaban nada, y, sobre todo, no respetaban a las personas que tenían enfrente e iban envejeciendo con la impresión de que cuantos más años cumplían más entraba el mundo en un proceso de decadencia inevitable.
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