29 de xan. de 2005

cuestión de gustos
tengo la enésima discusión interminable con una amiga sobre las bondades y los defectos de una película; tras la refriega -tablas, por supuesto- me doy cuenta de que tras una frase inocente como "me gusta" o su otro yo "no me gusta" camuflamos inconscientemente una vida dedicándonos a consumir productos culturales; como si de un iceberg se tratara uno muestra la punta de algo y esconde una montaña invisible para todos excepto para sí mismo; lo peor es que uno habla de sus gustos como algo "natural" que forma parte indisoluble de su persona, una expresión espontánea de su personalidad, cuando en realidad se trata de una cuestión de costumbres y repeticiones, de aprendizajes y educación, o sea, algo muy poco "natural" y bastante "artificial" que, sin embargo, en caso de ser cuestionado sentimos como una enmienda a la totalidad -cierto, exagero- de nuestra existencia;

la verdad es que soy un poco -un mucho- fundamentalista de mis propios gustos, y ser consciente de ello me hace sentir estúpido por partida doble: por serlo y por sentirme incapaz de cambiar de actitud;

(por si a alguien le interesa, discutíamos sobre "buscando a nemo" que para mí es una de las mejores películas que he visto el año pasado, y para mi contrincante otro subproducto disney para retrasados mentales)

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