art now: microcrónica artístico-sentimental
al entrar en el marco a ver la exposición de fotografía me dí cuenta de una cosa: ésta es la primera exposición a la que voy solo, sin a, que se ha quedado, como siempre, trabajando toda la tarde...
[flashback]
recuerdo una época en mi vida en la que el mundo del arte no estaba precisamente en la lista de cosas que consideraba interesantes o siquiera curiosas; el arte era velázquez en el prado, los fusilamientos del cuatro de mayo, el nacimiento de venus, los girasoles, y el guernica: ése era yo, un completo paleto ignorante satisfecho de su burricie; en algún momento indefinido de 1990 conocí a a; curiosamente, para ella, el arte era todo lo contrario que para mí, algo tan natural como respirar, una forma decisiva de ver y entender el mundo; de alguna manera a consiguió lo impensable: arrastrarme no a una, sino a varias exposiciones de arte contemporáneo, soportar mis explosiones de impaciencia rabiosa, mis chistes fáciles y mi desdén inicial y, oh milagro, conseguir que realmente llegase a fascinarme y a interesarme el mundo del arte (el ir de tour siguiendo las exposiciones de c por españa adelante también ayudó lo suyo: c desde aquí te digo que a ver cuando vuelves al ruedo, que llevas una temporada demasiado silenciosa);
recuerdo con especial intensidad algunas exposiciones que me sentaron como auténticos puñetazos por la verdad que contenían: bruce nauman en el reina sofía, bill viola en alguna sala de exposiciones tipo fundación bbva o la caixa, boltanski en el museo do pobo galego, beauys en el reina sofía, cindy sherman en otra galería que no recuerdo... qué se yo, supongo que debería volver a citar la lista de los artistas expuestos en el marco; hasta llegué a ir a la documenta x en el 97 como silencioso acompañante de a, c y contra: un ignorante de mi calibre en la documenta de cassel, casi parecía un chiste, pero juro que lo disfruté como pocas cosas;
desde hace algún tiempo, a tiene menos oportunidades para ir a ver exposiciones (de interés) a causa de su trabajo, de ahí que no vayamos a muchas; hoy, al salir del marco, me he dado cuenta de que no tenía a nadie al lado a quien hacer los miles de comentarios que se me van pasando por la cabeza cuando estoy en una exposición, y, de una manera totalmente incomprensible e infantil me he sentido espantosamente solo
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