a principios de los 90 yo fui uno de los muchos que cayó fascinado -tras la lectura de lo peor de todo- por la figura de ray loriga, lo leía en el mono-gráfico, en el europeo y en el ajoblanco; tras el éxito de héroes, emprendió un camino peligroso: el de convertirse en el escritor "alternativo" oficial para todos los medios del país: siempre que se hablaba de él salía posando con una cerveza en la mano, las greñas recién untadas en aceite de lata de sardinas (como uno de sus personajes) y cara de pocos amigos a causa de i-hate-my-self-and-i-want-to-die; tras su romance con cristina rosenvinge me dije, vale tío, hasta aquí hemos llegado; luego escribió un par de libros mas, dirigió una película (o dos, no estoy seguro) y se fue a hacer las américas con su novia...
este sábado me lo he encontrado en una entrevista que le han hecho en babelia, de vuelta a este país pueblerino, hortera y con peligrosos tics que hablan a gritos de una involución en lo político, lo cultural y lo social; extraigo una de sus respuestas, por lúcida, inteligente y preocupada:
[preguntado sobre lo mejor y lo peor del panorama literario] [...]
En el [territorio] de las malas noticias: la muerte de Bolaño. Y la regresión cultural, el viaje nostálgico hacia el pasado, la reivindicación de una España contra la que se había luchado y que ahora nos vuelven a recolocar pintada como nuestro porvenir: desde el Un, dos, tres hasta el Cuéntame. Me parece más preocupante que la cultura basura, que en el fondo es una especie de limbo del no pensamiento. Esto otro sí va dirigido a un pensamiento manipulable. Una cosa es mirar hacia atrás sin ira y otra empezar a retocar las fotos. Pero no me aterra la revisión del pasado, sino su proyección como futuro.
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