28 de xan. de 2004

ventiladores clyde
con cierto retraso respecto a mis intenciones originales compro y leo con emoción el último cómic de seth (el de la vida está bien si no te rindes) editado por ed. sinse ntido



con su estilo habitual (lento, sobrio, contenido, infinitamente comprensivo y cariñoso con las desastrosas vidas de sus grises protagonistas), seth cuenta la historia de dos hermanos encargados de llevar un pequeño negocio de ventiladores; uno de ellos, aquejado de un auténtico espanto al mundo y sus habitantes se recluye en su casa y se encarga del papeleo de la empresa, mientras el resto del tiempo lo dedica a perderse en su propio universo de nostalgia hacia la vida en los años treinta y cuarenta; el otro, supuestamente el "fuerte", el "sociable", el "normal" lleva la parte comercial y se dedica a buscar clientes; es éste último, ya anciano, el que, en un emocionante monólogo de casi 80 páginas, nos cuenta tres historias entrelazadas: la de la empresa, la suya propia y la de su hermano,las dos últimas atravesadas por una punzante extrañeza ante la vida, el paso del tiempo, el cambio de las costumbres y las relaciones con la gente; como es habitual en seth, un gusto especial por los detalles ilumina toda la historia de la fábrica de ventiladores, y una larga cadena de silencios explica, a través de pequeños fragmentos de la rutina en el hogar, la vida actual del hermano que nos está hablando;
toda la historia está imbuída de la melancolía asfixiante por la vida que ha pasado bruscamente y envenenada por la sensación continua de estar al margen de las cosas que ocurren en el mundo, de manera que la verdadera historia de la fábrica de ventiladores es la de la incapacidad de algunas personas para establecerse con firmeza en el mundo y ser capaz de construir una relación duradera con las cosas, la gente o los lugares, nada que no hayamos experimentado todos en mayor o menor medida a lo largo de nuestras propias vidas

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