4 de dec. de 2003

elephant
voy al cine a ver la última película de gus van sant, un poco por descarte (dogville ya había empezado cuando llegué al cine), un poco por curiosidad (una buena crítica aquí), otro mucho por ver algo un poco más interesante que la ristra de mediocridades que me he tragado estoicamente las últimas semanas...



el título desconcierta bastante, aunque supongo que se refiere a la imposibilidad de traspasar la piel de los adolescentes de la película y así poder entender la causa de sus actos; al comenzar, sentado en la butaca, mientras la cámara barre lentamente la típica urbanización suburbana americana con una amplia avenida llena de hojas amarillas secas, recordé una frase de un comic de scott borgman -"zits"-, a propósito del ecosistema escolar: "el instituto: muchos papeles para tan poco argumento"; y curiosamente la película es como un documental del national geographic centrado en un highschool cualquiera de los estados unidos, de manera que no parece ocurrir nada sobre la pantalla; la cámara se va pegando y despegando sucesivamente de varios estudiantes, acercándonos de manera levísima a sus anhelos, deseos, miedos, ambiciones, pero sin dar datos que enlacen a unos con otros, sin aportar pistas sobre sus comportamientos; es decir, la historia la vamos construyendo a partes iguales el realizador y el espectador, el uno presentando imágenes que sólo tienen en común el espacio físico en el que están tomadas y el otro intentando cohesionar estos fragmentos por cuenta propia... todo ésto da una impresión de gelidez emocional bastante brutal; no hay identificación con los personajes, uno no "entra" en la película, se queda emocionalmente fuera, tratando de construir una historia con los pedazos que ofrece el director, hasta que, hacia el final, los movimientos fantasmagóricos de la cámara siguiendo a los estudiantes de acá para allá como si fueran hormigas, descubren una razón de ser: entre todos esos estudiantes tan diferentes y a la vez tan parecidos hay un par de ellos que van a hacer "algo", algo terrible, cuya puesta en escena, aséptica, limpia, esterilizada, desdramatizada, produce una repulsión infinitamente superior a un festival de vísceras y sangre, una terrible repulsión de orden moral que nace de no entender el porqué de la barbarie;

de eso va elephant; no hay manera de saber los porqués últimos de algunas acciones bestiales -pese a tener en la mano toneladas de datos inquietantes que pueden dar explicaciones parciales- , no hay explicaciones limpias, no hay causas claras, sólo un horror inmenso que va incrustado en la condición humana y del que no podemos huir porque está por todas partes, sólo hay que esperar lo suficiente para que surja por algún lado;

[en el RDL de este mes leo un buen test para saber si una película está bien o no; basta con hacerse la siguiente pregunta: ¿le hubiera gustado esta película a ana botella?; elephant le hubiera horrorizado]

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