18 de nov. de 2003

ribeyro, final
termino las 670 páginas de la tentación del fracaso (parece mucho pero se pasan volando) con un amargo sabor de boca; por un lado, los diarios terminan en 1978, dejándome con la duda de qué pasó hasta 1994, fecha de la muerte de ribeyro (¿habrá un segundo tomo?); por otra parte, de 1970 en adelante, el diario se centra de manera tenebrosa en el cáncer de esófago que finalmente acabaría con su vida; su estoica descripción de la convivencia con la enfermedad, su paso por varios hospitales, sus miles de noches en vela, retorciéndose por culpa de dolores interminables, su lucidez ante el sufrimiento, la enfermedad o la muerte, su amor a la literatura o la música, su desapego por sus ocupaciones profesionales y su apenas intuida pasión por su mujer y su hijo (tras varios años bastante locos vividos con igual intensidad), describen a una persona excepcional en muchos aspectos (aunque cargue continuamente contra sí mismo con una dureza bestial), pero sobre todo a un escritor inmenso que nos muestra descarnadamente la "cocina" de su obra, los miles de horas perdidas ante las hojas en blanco sin ser capaz de dar forma a sus ideas, las pruebas fallidas, los intentos que no llevaron a ninguna parte...

(voy a echar de menos la lectura diaria de sus anotaciones, el veloz discurrir de su años paralelo a las horas de mi lectura, sus deslumbrantes hallazgos, la compañía de su escritura en estas tardes de noviembre, entre frío y cortes de luz)

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