la ciudad, el otoño
esta plaza, hasta hace cosa de año y medio era un auténtico infierno de coches y ruidos;
hoy, tras hacer unos recados, paseo, entre rachas de viento, bajo un cielo a ratos luminoso, a ratos parcheado de nubes grises; en la plaza se mezclan niños jugando al fútbol y parejas paseando del brazo, grupos de jubilados, amas de casa, adolescentes que han salido de clase, gente ociosa que lee el periódico aprovechando los últimos rayos de sol, gente trajeada con maletines negros y una muchedumbre indiferenciada entre la que me encuentro que ralentiza sus pasos para empaparse con calma del ambiente especial de los primeros días del otoño;
(en la plaza, la vida se siente como sangre manando de una herida)
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