la noticia destacada del dia es que tengo el estomago en el programa de centrifugado (espero no llegar a la temida fase de aclarado nocturno); quizas el chocolate caducado haya empezado a hacer efecto, aunque tambien sospecho de un extraño paquete de pan de molde que descubrí ayer en el fondo de la nevera y cuya fecha de caducidad rezaba enigmaticamente "5 AGO" sin especificar el año; a Ali no le sonaba haber comprado recientemente dicho producto, pero ante la duda...me hice un par de sandwichs (sí, los que devoraba mientras disfrutaba simultaneamente de Buffy y Adolphus Claar); en fin, una seductora manzanilla (buagh) espera en el microondas mientras mi estomago hace grooag, broogh y (dios) jjjjgh...voy por ella (sonido de pasos en chancletas, sonido de "hostia como quema", sonido de pasos en chancletas), aqui estoy para comentar un par de cosas del máximo interés:
cosa del máximo interés nº 1:
esta mañana y tras casi tres semanas de abandono me he enfrentado a ese matto grosso que tenemos por microjardín; tras dos horas de afanado esfuerzo, la máquina y yo danzando como un solo ser, he medido mis índices de testosterona: 18 en la escala Sifreddi, lo cual no está nada mal para alguien cuya virilidad rivaliza con la de Lina Morgan...las dos horas hablan de un esfuerzo titanico y de variadas formas de torpeza, no de una superficie tipo Falcon Crest (para recordar esta serie es preciso haber nacido antes de 1975: ojo); hay algo horrible en cortar el césped, y es el contemplar cómo a los dos días ya no queda rastro de tu obra, a los cuatro empiezas a preocuparte porque tienes malas vibraciones y a los siete entras en casa mirando hacia el cielo, ignorando la dura realidad...imaginaos tras diecisiete días la sensación de condenado a muerte yendo a la freidora; sin embargo, el ejercicio de virilidad que supone el enfrentamiento en igualdad de condiciones con la naturaleza, amigos hombres, compensa la sucesión de malos tragos y las miradas torvas al estar a) tirado en el sofá viendo las piruetas de Buffy, b) tirado en la hamaca de la terraza leyendo el periódico, c) engrandeciendo el ciberespacio con agudas reflexiones o d) jugando un apasionante partido philadelfia-new york en el nba live 97-98 con derrota de philadelfia (yo) por un punto en el último segundo tras tres prórrogas pese a los 49 puntos de Iverson!!!;a lo que iba, todo ese rollo de la satisfacción por la tarea bien hecha se ve multiplicado por diez cuando procede de algo que has hecho con tus propias manos (no, no es eso que estais pensando, cerdos), y lo que es más, a sabiendas de que no has sido amenazado -ejem- ni coaccionado -ejem, ejem- de ninguna forma posible...
cosa del máximo interés nº 2:
hoy he ido al cine (tras venir de la playa y pasar por casa a liquidar el paquete de pan de molde) a ver la película argentina ésa la misma lluvia, el mismo amor de JJ Campanella, el de el hijo de la novia; bah, la película algo flojita, algo facilona, algo cursi, algo larga de más (dos horas), y, como dijo la pitusa en un extraño momento de lucidez:
"las películas americanas tienen muchas americanadas, pues ésto es igual, las películas argentinas tiene muchas argentinadas"
con ésto liquido la sección cultural del diario por hoy; lo interesante ocurrió unos minutos antes de empezar la peli cuando me dirigía en coche hacia los multicines norte; llevaba puesta la radio (radio 3, me aburren un poco los tertulianos de la SER en hora25) donde estaban haciendo en satelitres un especial sobre música sexual o algo así y estaban con una versión brasileña del hit the road jack cantidad de lasciva; al parar junto al semáforo de jenaro de la fuente que está al lado de Telepizza veo que una variedad local (y poco evolucionada) de Chuck Norris avanza hacia un chaval que no pasaría de un 5 en la escala Sifreddi, con esa mirada de te-voy-a-sacar-el-higado-a-mordiscos-y-se-lo-voy-a-mandar-a-tu-mama-por-correo, y, dicho y hecho, al ritmo de hit the road jack en brasileiro, como a cámara lenta, agarra al chaval por las solapas de su náutica, se lo lleva en volandas y lo estrella contra el capó de un Mégane blanco ante la mirada horrorizada/fascinada de varios peatones y algunos automovilistas; acto seguido -por cierto que había tres personas intentando poner paz sin éxito- comienza a darle puñetazos en plan Van Damme tras descubrir que los malos han violado a su mujer, secuestrado a su hijo y robado su colección de vídeos de noche de fiesta; yo en el coche hipnotizado con hit the road veo todo al ralentí hasta que un tipo que pasaba por allí (un 8 en la escala Sifreddi así de lejos) coge a Chuck y lo calma hablándole del problema de la conexión básica entre el lenguaje y la realidad en el primer Wittgenstein; después el semáforo se puso verde, y un claxon me devolvió a la realidad; la canción se había terminado y el tontorrón de Charlie Faber decía gilipolleces por la radio; yo me fui al cine, pero los treinta segundos de hiperrealidad anteriores debieron saturar mi sensibilidad porque la película me pareció una mierda.
Por lo que puedo recordar del escenario pienso que el coche de Chuck -aparcado casi en mitad de la rotonda- debió tirar la moto del chico escala 5 (estaba espatarrada delante del Chuck-car), y a partir de ahí las cosas se calentaron; como en todo, siempre hay una parte cómica, es decir, alguien que exhibe su cobardía, su miserabilidad o ambas cosas a la vez: en este caso, un chaval con aspecto de cachitas de gimnasio que se depila el pecho que, por lo que deduje, tenía alguna clase de relación con la víctima de la furia Norris, aunque se quedó mirando como llevaba hostias sin intervenir hasta que el tipo que los separó decidió actuar: entonces sí, amparado por éste se acercó y le dio un patadón a Chuck, para acto seguido refugiarse detrás del Mégane blanco (por supuesto Chuck estaba ocupado rebatiendo al primer Wittgenstein, por lo que ni se enteró del golpecito)...sin comentarios...
en fin, mañana espero ver a Gilberto Gil en Castrelos, prometo contarlo todo si mi programa de lavado estomacal (maldito pan bimbo) no me hace una buena...
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