recien llegado de otro gran concierto: ZUCCO 103 en la explanada del Nautico de Vigo; noche un punto desapacible pero aun veraniega (aqui el verano dura del 15 al 31 de julio, el resto del año es, tecnicamente, invierno), y un muy buen ambiente gracias a las labores de la frontwoman - si es que existe tal denominacion- Lidia Vieira...
en fin, el concierto fue maravilloso y todo eso, pero me apetece pararme a hablar de algo ridiculo que ocurrio algunas horas despues tomando un algo en una de las terrazas del paseo de Montero Ríos. Veamos; tras el concierto un grupo numeroso de gente (Ali, Manuel, Ana, su hermana, La Pitusa, Luis, Marga, Victor, Carlos, Hermi y un chico alto al que no conocia de nada) decidimos tomar una copa (o algo parecido) en...vaya, no recuerdo el nombre...en fin, da lo mismo; alli sentados, la noche algo fresquita, el boulevard abarrotado, cierta sensacion en el aire de "cielos es verano y estamos ociosos a las tres de la mañana aqui sentados", con las conversaciones girando en torno a las maldades (bastantes), cotilleos y frivolidades habituales cuando uno esta ocioso, etc...pues bien, en esta clima distendido llego el momento de pagar, y ahi tuvo lugar una situacion tan estupida que aun no me lo puedo creer: al camarero se le cruzaron los cables porque supuestamente creia que cada uno de nosotros iba a pagar su cosumicion con un billete de 10 euros y no tenia cambio para todos ("¿os creeis que soy un banco?" decia); el drama del camarero se agudizo cuando alguien levanto la voz para decirle que se relajara o algo parecido, que no era asi...bueno, el discurso del camarero era absurdo y surrealista a partes iguales, acompañado de ejemplos para oligofrenicos que daban la risa floja; el caso es que al final no se que paso pero acepto nuestra forma de pago (?) tras un momento de tension de lo mas extraño...y ese momento era extraño por las siguientes razones:
1) el era uno y nosotros doce
2) el estaba trabajando y nosotros ociosos al fresco, etc, etc
3) el estaba ligeramente electrico y nosotros mas bien relajados (alguno ya daba cabezadas)
4) nosotros eramos conscientes de que un tio que lleva trabajando 12 horas sirviendo copas debe tener cierto queme a las 3 de la mañana y no esta para muchas gaitas; el debia pensar que eramos una banda de pijos tocahuevos
5) nosotros no entendiamos tanta hostilidad, el no comprendia que no comprendiesemos sus "argumentos" (por llamarle algo)
y 6) el, en algun momento, fue consciente de lo estupido de su posicion; nosotros comprendimos que era un estupido con el que no se podia hablar;
y, señores, consiguio que todo el mundo se quedase con un cierto mal cuerpo antes de irnos de alli: como si el postre de una buena comida fuera un trozo de cebolla cruda por barba y fuera obligatorio comerselo, como si interrumpieran el final de una capitulo de Buffy para poner la boda de la hija de Aznar o el bautizo de alguna miniinfanta...era un bonita noche de verano, tranquila y apacible y de pronto parecia que estabamos en una pelicula de David Lynch, y, como dice DFW, si al conocer a alguien por primera vez, me veo envuelto en alguna escena que parezca minimamente lynchiana, tengo claro que no pienso volver a ver a esa persona en mi vida;
resumiendo: todo esto esta muy relacionado con algo que lei hace unos meses de la mano de Vicente Verdu: lo que mas le gusta a la gente, por encima de comer, follar, o pasarlo bien de cualquier forma imaginable es que le den la razon, eso es lo que hace que uno se sienta realmente bien; y el hombre este con su obsesion por obtener de nosotros un "si, muchacho, nos hemos equivocado por pretender pagarte de una manera tan poco logica" parecia dispuesto a cualquier cosa (eso es lo que hacia la escena lynchiana 100%); en fin, como ya he dicho otras veces, la vida puede ser una lata (es un versillo de Pedro Casariego)
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